La presidenta de la Unión Cristianodemócrata de Alemania (CDU), Angela Merkel, fue reelegida ayer en el cargo, pero con un resultado negativo si se tiene en cuenta su pretensión de enfrentarse al canciller, Gerhard Schröder, en el 2006.

Merkel consiguió el 88,41% de los votos de los delegados al congreso de la CDU, que se celebra en Dusseldorf, un 5,3% menos que en el de hace dos años. Esta caída es el último eslabón de una cadena de problemas de Merkel este año, en el que además se aprecia una clara recuperación del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y una pérdida constante de confianza en la CDU.

´ANNUS HORRIBILIS´ También ha sido un año de rencillas y de luchas internas y de un enfrentamiento cada vez más profundo con sus socios bávaros de la Unión Social Cristiana (CSU). Además, el magro resultado llegó después de que Merkel pidiera expresamente a los delegados la "confianza y apoyo" del partido para llevar adelante una profunda reforma política y económica.

El largo discurso de Merkel, cuya estructura parecía copiada de los del excanciller Helmut Kohl, estuvo marcado por alabanzas a dirigentes y personas que representan todas las tendencias del partido, aunque no logró convencer ni obtuvo los resultados que, antes de sus escándalos, lograba el Viejo zorro . Más aplausos recibió con sus propuestas para que "Alemania esté dentro de 10 años entre los tres países con mayor crecimiento de la UE".