Cerca de 650 personas han sido detenidas y diez agentes de la policía han resultado heridos en las protestas, disturbios y enfrentamientos que se producen en la capital y diversas provincias de Túnez desde el pasado 14 de enero y que ayerse repitieron de forma virulenta por tercera noche consecutiva.

Aunque el malestar social y las protestas contra la precariedad y la gestión del Gobierno se repiten desde hace semanas en medio de la crispación política, los incidentes violentos estallaron el jueves, día en el que se celebró el décimo aniversario de la huida del dictador Zinedin el Abedin Ben Ali.

Y día en el que el Gobierno impuso un confinamiento total, con un toque de queda en vigor desde las 16.00 a las 6.00 horas con el objetivo declarado de frenar los contagios por el covid-19, al alza de forma exponencial desde que el país abriera las fronteras el pasado 27 de junio. Según las cifras de Sanidad, el pasado jueves el número de positivos confirmados superó los 4.100, cuatro veces más de los registrados en todo el país antes de que se reabrieran las fronteras para intentar salvar la campaña de verano.

El confinamiento de cuatro días, coincidente con un largo fin de semana y las siempre agitadas celebraciones por el triunfo de la revolución, había sido muy criticado por los expertos sanitarios que advertían que era insuficiente para atajar los contagios y sugerían que detrás de la decisión había otras razones de índole política y seguridad.

Parques reabiertos

En este contexto, Túnez regresó este lunes a la "normalidad pandémica" con el toque de queda aliviado y situado de nuevo entre las 20.00 y las 5.00 de la mañana, la prohibición de viajar entre provincias excepto con la autorización pertinente, y con los restaurantes, cafeterías y parques reabiertos, y las actividades deportivas y lúdicas de nuevo autorizadas.

La administración mantiene su horario recortado y solo continúa el cierre de escuelas, institutos y universidades decretado el pasado miércoles, y que se extenderá hasta el lunes de la próxima semana.

Asimismo, sigue en las mismas condiciones la presión sobre los hospitales públicos y privados, sin respiradores y con las camas de reanimación saturadas en la mayoría de ellos, lo que ha llevado al Gobierno a anunciar que optará por confinamientos generales selectivos, dependiendo del grado de incidencia del virus en cada una de las regiones del país.

El sábado, el ministerio de Sanidad registró 88 decesos en un solo día, cifra que elevó a 5.692 el número de muertes desde que comenzó la pandemia, frente a las 50 que reportó Túnez hasta la apertura de fronteras a finales de junio. EFE