La dimisión de dos ministros --el de Justicia, Nahed Arreyes, y el de Planificación, Nabil Qasis-- echó ayer más leña al fuego de la crisis de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Frustrado, Arreyes afirmó: "He llegado a un punto en que no puedo hacer nada en medio del caos". Arreyes y Qasis dimitieron hace días, aunque la noticia no se conoció hasta ayer.

Si la renuncia de Qasis no tendrá consecuencias, la de Arreyes sí, ya que tras su decisión se encuentra el problema de competencias entre el Ministerio de Justicia y el Consejo Judicial, un organismo nombrado por Arafat y que dirige uno de sus fieles.

Arreyes dimitió después de que Arafat ordenara que los fiscales dependan del Consejo y no del ministerio. Arafat, de esta forma, vulneró la ley básica palestina, que recoge que los fiscales dependen del Ministerio de Justicia.

Qurei denunció ayer que el acuerdo con Israel para el despliegue de fuerzas policiales palestinas armadas aún no se ha puesto en marcha. Según Qurei, la ANP no ha recibido la autorización israelí.

Mientras, tres palestinos murieron en la franja de Gaza a manos del Ejército israelí mientras intentaban perpetrar ataques contra asentamientos, según fuentes militares.