Miles de manifestantes han salido a la calle en varias ciudades de Pakistán, sobre todo en la capital Karachi, para protestar contra Francia y la revista Charlie Hebdo, que ha vuelto a reeditar las caricaturas de Mahoma coincidiendo con el juicio a los terroristas yihadistas que mataron a parte de su redacción en enero del 2015. También Irán ha condenado lo que califica de "insultos al profeta".

El último número de Charlie Hebdo, en el que vuelve a publicar las caricaturas de Mahoma que le convirtieron en blanco de las iras yihadistas en 2015, se agotó el primer día y está siendo reimpreso. Con el título "Todo eso (el atentado) por esto (las caricaturas)", han triplicado la tirada hasta alcanzar los 200.000 ejemplares. Otros 200.000 estarán disponibles a partir del sábado en los puntos de venta.

El semanario tomó esta iniciativa coincidiendo con el inicio del juicio del atentado que el 7 de enero de 2015 costó la vida a 12 de sus colaboradores, asesinados por dos hermanos yihadistas en la sede parisina de la publicación. Con ello, quiso demostrar que "nunca se rendirá ni renunciará" a su libertad de publicar.

Los atentados provocaron grandes manifestaciones en toda Europa en defensa de la libertad de expresión y como condena de los atentados yihadistas, con una gran marcha en París con los principales dirigentes europeos.

Las caricaturas de Mahoma fueron publicadas inicialmente por el periódico danés Jyllands-Posten en septiembre de 2005 y retomadas por Charlie Hebdo en 2006. Muestran al profeta con una bomba en la cabeza en vez de un turbante o armado con un cuchillo flanqueado por dos mujeres con velo negro. Además, la portada del nuevo número reproduce una caricatura de Cabu, un dibujante de la revista asesinado en el atentado.

17 MUERTOS EN DOS ATENTADOS

"Partimos del principio de que había personas que no conocían estas caricaturas, algunas ni siquiera habían nacido cuando fueron publicadas por Charlie en 2006 y tenían que comprender por qué estos asesinatos fueron cometidos en 2015", dijo Juin.

El juicio por los atentados de enero de 2015 contra el semanario satírico y un supermercado de productos kósher, que dejaron 17 fallecidos, comenzó el miércoles en París. Un total de 14 personas están acusadas de haber brindado apoyo logístico a los tres autores materiales de los ataques, que murieron en enfrentamientos con las fuerzas del orden.

Mientras, en Pakistán, los manifestantes han gritado consignas contra el embajador francés, llamaban al boicot de productos franceses y han mostrado pancartas en las que se prestaban a "sacrificar nuestras vidas por la santidad del profeta".

Las protestas estaban convocadas por el partido extremista Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP), cuya principal arma política es la lucha contra la blasfemia.

En Irán, el ministro de Asuntos Extranjeros ha condenado la reedición de las caricaturas en Charlie Hebdo, que ha calificado de "una provocación y un insulto" para todos los musulmanes del mundo. A su juicio, va contra "los valores islámicos y a la fe de más de un millón de musulmanes en todo el mundo. Ridiculizar o insultar a Mahoma se castiga con pena de muerte en Irán.

Irán condenó en el 2015, sin embargo, el atentado contra la redacción de la revista satírica, aunque también expresó que para ellos la publicación de las viñetas era un "abuso de la libertad de expresión".