China ha defendido sus esfuerzos para resolver el conflicto norcoreano y ha exigido serenidad a Estados Unidos. Lo hizo en Pekín el ministro de Exteriores, Wang Yi, ante la mirada del secretario de Estado enviado por Washington, Rex Tillerson,al que pareció habérsele agotado toda su beligerancia en sus previas etapas de Seúl y Tokyo.

“China ha destinado un montón de energía y esfuerzos a lo largo de los años”, señaló Wang, quien añadió que “habían sido visibles para todos, incluso para nuestros amigos de Estados Unidos”. No nombró al presidente Donald Trump pero en la mente de todos estaba su reciente tuit calificando de “muy pequeña” la ayuda de Pekín en el asunto. La hemeroteca apuntala las declaraciones del ministro de Exteriores: China ha intentado arrastrar a Pyongyang a las negociaciones internacionales para su desarme nuclear, ha condenado sus desmanes y suscrito las sanciones de la ONU e incluso prohibido las importaciones norcoreanas de carbón, una de las pocas fuentes de divisas extranjeras del régimen estalinista.

En el plan de viaje de Tillerson figuraba la exigencia a Pekín de una colaboración más resuelta pero de la rueda de prensa no quedó claro que llegara a formularla. A cambio, el secretario de Estado escuchó de Wang su recomendación de que actuara “con la cabeza fría” para evitar que las tensiones acaben por explotar. Pekín está desesperada por la imprudencia de Estados Unidos y Corea del Norte, a los que describió como dos trenes a punto de chocar de frente. Tillerson desveló el viernes en Seúl que la solución militar “está sobre la mesa” e ignoró la reciente sugerencia china de que cancelara sus maniobras militares con Seúl a cambio de que Corea del Norte se comprometiera a finalizar los lanzamientos de misiles.

Ante el rapapolvo diplomático chino, Tillerson apenas pudo manifestar la intención de Estados Unidos de colaborar “en todo lo posible” con Pekín para lidiar con un problema que ha alcanzado “niveles peligrosos”. El antiguo magnate petrolero se reunirá mañana con el presidente chino, Xi Jinping, para preparar la cumbre del mes próximo en Florida.