La CIA tenía un estudiado y ensayado un plan para secuestrar al líder de la red terrorista de Al Qaeda, Osama bin Laden, en el mes de mayo de 1998. Según el informe de la comisión que investiga los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia desarrolló ese proyecto a través de fotografías tomadas por satélite e investigaciones sobre el terreno, pero finalmente su entonces director, George Tenet, lo descartó por considerarlo demasiado peligroso.

Tenet temía por la vida de los agentes y por las consecuencias de un posible fallo. La idea era que militantes afganos contactados por la agencia capturaran a Bin Laden en el recinto donde vivía: unos 80 edificios rodeados de un muro en una aislada zona del desierto, cerca del aeropuerto de Kandahar. Después lo entregarían a la CIA, que pretendía trasladarlo a Nueva York o a una capital árabe. "Esta fue la estrategia mejor detallada y preparada antes de los atentados", y a algunos agentes no les gustó la idea de abortarla, sostiene el informe del 11-S.