Alarmada por el escándalo de las torturas, la CIA ha decidido suspender el uso durante los interrogatorios de métodos tan duros como el simulacro de ahogamiento o la negación de medicamentos para el dolor a detenidos heridos, por temor a ser acusada de actuar ilegalmente, aseguró The Washington Post . No obstante, la suspensión no afectará a las prisiones militares de EEUU, empezando por la de Guantánamo (Cuba).

"Se ha detenido todo hasta que dilucidemos si estamos actuando legalmente", declaró un portavoz. La tortura fue autorizada por la Administración de George Bush en el 2002, tras la guerra contra el régimen de los talibanes en Afganistán (2001), para sonsacar información a miembros de Al Qaeda capturados. Entre ellos estaba Jalid Sheik Mohamed, uno de los organizadores del 11-S según EEUU, que fue sometido a la técnica de la tabla de lavar, en la que el preso es atado a una tabla y sumergido en agua para hacerle creer que se le ahogará si no habla.

RECIENTE DESAUTORIZACION Sin embargo, estos métodos fueron desautorizados el martes, cuando la Casa Blanca hizo públicos documentos para defenderse del gravísimo escándalo de las torturas a presos iraquís. Uno de los documentos, fechado el 1 de agosto del 2002, justificaba la tortura en algunos casos, y ahora lo revisa el Departamento de Justicia.

Ese informe, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional y el vicepresidente de EEUU, Richard Cheney, trataba de establecer cómo evitar la violación de los tratados internacionales que prohíben la tortura. A tal fin, el texto definía la tortura como técnicas que causan el dolor "equivalente en intensidad al de heridas graves" o también como presión psicológica derivada de "amenazas de muerte o de daño físico equivalente a tortura, o el uso de drogas u otros procedimientos diseñados para alterar los sentidos o la personalidad del individuo", según el Post y The New York Times .

Sin embargo, los expertos legales citados por el diario washingtoniano subrayaron que, incluso con estos límites, se permitía el uso de métodos de interrogatorio considerados crueles e inhumanos al abrigo de las leyes internacionales.