Boston. -- El expresidente de EEUU Bill Clinton ha desatado el entusiasmo de la convención demócrata, en una intervención en la que ha atacado con inteligencia al Gobierno de George W. Bush y ha defendido con ardor la figura del candidato John Kerry.Clinton, el político con más carisma del país a juicio de los analistas, ha sido acogido con fervor por los miles de delegados y asistentes, lo que ha hecho buena la decisión de los planificadores de colocarle en la jornada del lunes para robar el menor protagonismo a Kerry.El expresidente (1993-2001) ha protagonizado la intervención más larga de esta jornada inaugural, en la que con su típica destreza oratoria ha desarmado las políticas de Bush en seguridad, economía, medio ambiente, educación o sanidad.Bush ha dividido al paísClinton ha insistido continuamente en la idea de que Bush ha dividido al país, ya que ha aprovechado el capital político y la unidad nacional creadas tras los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001 "para tratar de llevar el país demasiado a la derecha"."Como la mayoría de los estadounidenses no están tan a la derecha, nuestros amigos (irónicamente por enemigos) intentan pintarnos a los demócratas como inaceptables, carentes de fuerza y de valores. En otras palabras, necesitan un EEUU dividido", ha resumido.Clinton ha recordado la época de prosperidad y seguridad lograda en los ocho años de su Gobierno, y la ha contrastado con la actual situación del país, con creciente división interior, enfrentamientos con los aliados exteriores, déficit presupuestario, recortes en programas sociales y pérdida de puestos de trabajo.Cooperación con otros paísesEn política exterior, Clinton ha destacado que, al contrario que ha hecho Bush, es necesario actuar en cooperación con otros países dentro de un mundo cada vez más interdependiente, porque "no podemos matar, encarcelar u ocupar a todos nuestros adversarios".Clinton ha centrado buena parte de su discurso en cómo las reducciones de impuestos impulsadas por Bush, que han beneficiado sobre todo a los más ricos, han generado déficit presupuestarios y recortes de servicios sociales y programas de seguridad.Por ejemplo, el Gobierno prevé la reducción de los fondos federales para policías locales y estatales, a la vez que el Congreso dominado por los republicanos planea abrir la venta a las armas de asalto, prohibidas por diez años durante la administración Clinton.Ante esta situación, Clinton ha afirmado que Kerry y su candidato a vicepresidente, el también senador John Edwards, son los hombres adecuados para devolver al país a la senda de paz y prosperidad."John Kerry y John Edwards son buenas personas con buenas ideas", ha afirmado Bill Clinton, quien ha prometido trabajar para la victoria de la candidatura demócrata "como un soldado de a pie", ya que, recordando lo que había dicho poco antes Al Gore, "cada voto cuenta".Clinton ha recordado cómo Kerry se ha ofrecido para las "tareas difíciles", desde que se alistó voluntario para la guerra de Vietnam, cuando podía haberse librado del conflicto, y durante su vida política.