La insurgencia en Irak asestó ayer el golpe más contundente a los planes de EEUU de transferir la soberanía a un Gobierno provisional iraquí dentro de sólo seis semanas. Un atentado suicida acabó con la vida de Ezedin Salim, presidente de turno del Consejo de Gobierno Iraquí (CGI), máximo dirigente en Basora del partido Dawa al Islamiya y considerado como un líder moderado dentro de la comunidad shií. Nada más conocer la noticia, varios miembros del CGI levantaron la voz para exigir a EEUU que el traspaso de poderes, previsto el 30 de junio, no sea puramente simbólico e incluya competencias sobre las fuerzas de seguridad para hacer frente a los radicales.

Se trata de la segunda ocasión en que los insurgentes asesinan a un miembro del CGI, después del atentado en septiembre contra Aquila al Hashimi. Pero a diferencia de aquella ocasión, Salim ostentaba ayer la presidencia del Consejo de Gobierno, lo que le convierte en el dirigente gubernamental de más alto rango asesinado en Irak. Desde agosto, relevantes personalidades extranjeras como el representante de la ONU, el diplomático brasileño Sergio Viera de Mello, e iraquís, como el ayatolá Mohamed Bakr al Hakim, líder espiritual de la principal formación política shií, han perdido la vida en la espiral de violencia en la que se ha sumido el país tras la guerra.

ANTE UN PUESTO DE CONTROL Salim viajaba a primera hora de la mañana en un convoy que esperaba su turno ante un puesto de control para entrar en la Zona Verde, el perímetro de seguridad que alberga la sede de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA). Además, en la explosión murieron al menos otros seis iraquís, la mayoría miembros de su equipo de seguridad. Una docena de vehículos fueron destruidos por la onda expansiva.

Portavoces militares estadounidenses se apresuraron a apuntar con el dedo acusador a Abú Musab al Zarqaui, el jordano considerado como principal aliado de la organización Al Qaeda, de Osama bin Laden, en Irak. En una declaración hecha pública en una página web, un grupo hasta ahora desconocido, denominado Movimiento de Resistencia Arabe-Brigadas al Rashid, se atribuyó el asesinato de Salim, al que calificó de "traidor y mercenario".

FIRME OPOSITOR Culto y sensible, Salim había combatido durante buena parte de su vida al depuesto régimen iraquí. Según su entorno, pasó varios años en las cárceles de Sadam durante la década de los 70, antes de huir del país en los 80. Poeta, filósofo y director de varias publicaciones iraquís durante su exilio, incluso el procónsul de EEUU en Irak, Paul Bremer, se avino a rendir un homenaje a "sus modales de caballero y a su humildad".

A pesar de la pérdida de su presidente de turno, los miembros del Consejo de Gobierno reaccionaron con firmeza y prometieron seguir trabajando para "construir un Irak federal y unido", declaró Gazi Ajil al Yawer, colocado al frente del CGI tras la muerte de Salim. "No nos dejaremos atemorizar; esto reforzará nuestra voluntad de continuar adelante con el proceso político", subrayó desde Jordania el ministro de Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari.

Pero la sensación de que el nuevo Ejecutivo iraquí que asuma la soberanía en el mes de julio será un Gobierno débil sin capacidad para defenderse de Al Qaeda y la resistencia suní y shií empujó a algunos miembros del CGI a demandar a viva voz a Estados Unidos competencias en seguridad. Ahmed Chalabi, considerado el aliado del Pentágono, señaló que era necesario que EEUU adoptara "una definición de soberanía que incluya un control total sobre las fuerzas de seguridad".

En el exterior, el atentado de ayer fue recibido como un nuevo revés para la coalición ocupante, que, desde hace semanas, se enfrenta a la rebelión de los radicales shiís en el sur.

Al igual que las declaraciones oficiales estadounidenses el primer ministro británico, Tony Blair, aseguró que sus tropas "no saldrán corriendo" de Irak después de este nuevo atentado. El presidente francés, Jacques Chirac, dijo que no existía una solución militar y que la "solución política" consiste en transferir la soberanía cuanto antes mejor.