El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, autorizó ayer la extradición a Estados Unidos del líder de las FARC Ovidio Juvenal Icardo Palmera, alias Simón Trinidad , pero anunció que revocará la decisión en caso de que la guerrilla libere a 63 secuestrados antes de acabar el año.

Las familias temen por la vida de los raptados, ya que portavoces de las FARC consideran "casi un imposible" aceptar la condición para no extraditar al rebelde de mayor rango detenido en el país.

POLITICOS Y EXTRANJEROS Entre los 63 hombres y mujeres secuestrados se encuentran Ingrid Betancourt, excandidata a la presidencia de Colombia, diputados, congresistas, uniformados, tres ciudadanos estadounidenses y uno alemán. Muchos de los retenidos llevan años de cautiverio y sus familiares temen por sus vidas porque no saben cuál será la reacción de las FARC ante el ultimátum.

El grupo guerrillero ya aseguró que, si las autoridades colombianas extraditan a Simón Trinidad , será inviable cualquier acuerdo humanitario. Los familiares pidieron a las partes que no jueguen con su dolor y con la vida de sus seres queridos y que tengan en cuenta que los secuestrados son seres humanos y no simples mercancías de canje.

La extradición de Simón Trinidad , aprobada el pasado mes de noviembre por el Tribunal Supremo y autorizada el pasado viernes por el Ejecutivo colombiano, podría ser revocada si las FARC acceden a la liberación de los 63 rehenes. Un juez de Washington reclama al dirigente guerrillero --que representó a las FARC en las fallidas negociaciones de 1999 y el 2002-- por cargos de narcotráfico.