Unos 36 millones de colombianos deciden hoy quiénes serán los 166 integrantes de la Cámara de Representantes y 102 del Senado durante los próximos cuatro años, en las que son las primeras elecciones que celebra el país tras la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC.

El resultado de estos comicios dibujará un nuevo mapa político, ya que el presidente que resulte electo en las presidenciales del próximo mes de mayo gobernará con un parlamento afín o se verá obligado a negociaciones permanentes.

Las elecciones tienen lugar en medio de una escalada de violencia. Solo en el 2017 fueron asesinados 145 líderes sociales en manos de bandas de narcotraficantes o de ultraderecha. El presidente Juan Manuel Santos ha hecho un llamamiento a la tranquilidad. «Tenemos en nuestras manos la mejor arma para ser escuchados y garantizar que Colombia siga cambiando para bien. Tenemos en nuestras manos el voto», ha dicho. Los comicios serán controlados por 116.000 hombres de las Fuerzas Militares y 50.000 de la Policía. El ELN, la última de las guerrillas operativas, anunció un cese al fuego unilateral hasta el 13 de marzo. Las negociaciones con ese grupo armado han quedado en una suerte de limbo después de una serie de ataques.

Los comicios marcan la entrada en la lucha por el voto del partido heredero de las disueltas FARC tras el abandono de las armas como resultado del acuerdo de paz firmado en el 2016. El líder de la exguerrilla, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, acaba de abandonar la carrera por la presidencia por cuestiones de salud y ante los peligros que se cernían a su alrededor. La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) tiene garantizados 10 escaños en el Congreso en virtud del acuerdo de paz.