Los 18 meses de investigaciones de la comisión independiente del Congreso de EEUU que investiga el 11-S no sólo han revelado en detalle el "gran caos" que reinó aquella mañana en el Gobierno de George Bush. Además cuestionan el liderazgo del presidente en los momentos más críticos, pues fue el vicepresidente, Dick Cheney, quien dio la orden de derribar los cuatro aviones comerciales secuestrados por Al Qaeda que atacaron Nueva York y Washington.

"Siguiendo las instrucciones del presidente, he dado autorización para que sean derribados", dijo Cheney en Washington al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, según recoge el último de los 17 informes preliminares de la comisión, emitido el jueves. Cheney explicó a la comisión que había recibido estas órdenes de Bush telefónicamente, pero no hay pruebas de que esa llamada se produjera. "Lo único que tenemos es la declaración del presidente y del vicepresidente sobre que Bush dio la orden de derribo", confirmó Lee Hamilton, copresidente demócrata de la comisión del 11-S.

Tras ser informado del impacto de los dos primeros aviones contra las Torres Gemelas, Bush "se mostró inactivo, inexpresivo, siguió escuchando cómo leían los párvulos" de la escuela de Sarasota (Florida) en la que estaba, criticó ayer The Washington Post , y añadió que cuando Bush consultó al fin con sus asesores, "fue para discutir qué decir, no qué hacer en defensa de la nación". Bush justificó ante los investigadores su parálisis inicial como un intento de "proyectar fortaleza y calma".

Más grave aún, la orden de derribo de los aviones comerciales secuestrados, emitida por el vicepresidente después de que los cuatro se hubieran estrellado, ni siquiera llegó a los pilotos que tenían que ejecutarla.

DATOS RUSOS Por otro lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer que sus servicios secretos lograron información de que el régimen de Sadam Husein estaba preparando atentados contra EEUU después del 11-S, y advirtió a Bush, informa Dmitri Polikarpov.

La comisión también hizo públicas ayer algunas de las conversaciones entre las autoridades de EEUU y el vuelo 11 de American Airlines con la supuesta voz del líder de los suicidas Mohamed Atta. "Tenemos aviones. Estad tranquilos y todo irá bien. Volvemos al aeropuerto", dijo Atta poco antes de estrellar el aparato contra el World Trade Center.