Nueve personas fueron condenadas con penas de hasta 14 años de prisión por delitos de terrorismo en la región noroccidental china de Xinjiang, en un juicio que presenciaron más de 3.000 personas, informó hoy el oficial Diario del Pueblo en su versión digital.

El juicio público se llevó a cabo en unas instalaciones deportivas en la localidad de Qapqal, próxima a la frontera con Kazajistán, donde habitan principalmente musulmanes de etnia kazaja.

Los condenados fueron declarados culpables de "incitación a la guerra santa, separatismo, asistencia a campos de entrenamiento para terroristas en el exterior, e incitación al odio interétnico", señaló el periódico portavoz del Partido Comunista.

El Gobierno chino lanzó en mayo pasado una campaña antiterrorista como respuesta a varios ataques armados contra población civil que las fuerzas separatistas de Xinjiang han cometido en varias zonas de China, en los que ha habido decenas de muertos.

Tras el comienzo de esa campaña, ha aumentado el número de detenciones y condenas de presuntos terroristas, muchos de ellos uigures, etnia de religión musulmana y que es mayoritaria en el oeste y sur de Xinjiang.

Algunos de los juicios de la campaña se han realizado en lugares públicos tales como estadios, una práctica que recuerda a los tiempos de la Revolución Cultural y con la que las autoridades de Xinjiang intentan dar más resonancia a sus acciones contra el terrorismo.

El 29 de mayo, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional condenó la "humillante" celebración de uno de esos juicios en un estadio deportivo de Yining, en el norte de Xinjiang, al señalar que ese tipo de espectáculos "sólo exacerbará la tensión en la zona".

Un total de 52 personas fueron condenadas a diferentes penas de prisión y otras tres a muerte en aquel proceso, celebrado el 27 de mayo ante 7.000 espectadores.

China atribuye a grupos terroristas, asociados al yihadismo y que buscan la creación de un Turkestán Oriental independiente en Xinjiang, la comisión de atentados como el que el 22 de mayo causó 39 muertos y más de 90 heridos en un ataque con coches bomba en un mercado de Urumqi, la capital regional.