Nadie se ha atrevido a hacer lo que las autoridades chinas hicieron en Wuhan, zona cero del la crisis del coronavirus, donde el confinamiento era tan total que los comités vecinales llevaban la comida a casa y en casos excepcionales se permitía que un miembro de la familia bajara a tirar la basura. Cada país ha ido adaptando las medidas de reclusión en función del aumento del número de infectados, pero ninguno de los occidentales ha llegado a los niveles de China, a quien no le ha hecho falta amenazar con sanciones para que la ciudadanía hiciera caso.

Descontado el gigante asiático, España e Italia son los dos países con las órdenes de confinamiento más extensas, aunque con ciertas diferencias entre ambos: en el segundo país, por ejemplo, llevan más días recluidos, pero hasta ayer estaba permitido desplazarse hasta la segunda residencia, por ejemplo. También en Francia ha crecido la severidad con los días, aunque aún se permite salir a hacer deporte, no como en España. Aunque como ejemplo de rectificación he ahí el Reino Unido, que se resiste al confinamiento pero ya ha cerrado escuelas, bares y restaurantes. Otros como Alemania o EEUU tampoco llegan ni mucho menos a igualar el cerrojazo español.

Gráfico elaborado con información de A. FONCILLAS, R. MIR DE FRANCIA, E. CANTÓN, S. MARTÍNEZ, R. DOMÈNECH Y A. JEREZ