El voto de los pensionistas figura entre los más cotizados para Bush y Kerry, como lo demuestra el cortejo a estos electores realizado por el presidente y el senador en Florida, estado preferido por los jubilados para pasar el resto de sus vidas por el buen clima.

Los dos rivales esgrimieron la Seguridad Social, que en EEUU sólo cubre las pensiones, y el seguro médico, para seducir a estos votantes. Kerry aprovechó el lunes la escasez de vacunas contra la gripe. "Si Bush no puede conseguir estas vacunas, ¿cómo va a protegernos de un ataque bioterrorista?", afirmó.