El consorcio GUPC, desarrollador de la ampliación del Canal de Panamá, ha dicho este domingo que ha planteado a la Autoridad de la vía "cofinanciar costos imprevistos mientras se espera la decisión del arbitraje internacional", la única opción "que va a permitir" reflotar el proyecto y culminarlo en el menor tiempo.

El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por las empresas española Sacyr y la italiana Impregilo e integrado por la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, ha dicho que "sobrecostos" superiores a los 1.200 millones de euros (1.600 millones de dólares) le han dejado sin liquidez para continuar con la construcción del tercer juego de esclusas de Canal.

El Grupo aclaró este domingo que no tiene contemplado parar las obras mañana, cuando vence el plazo de 21 días establecido en un preaviso que envió a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en diciembre pasado, aunque señaló que el contrato lo faculta para adoptar esa decisión "en cualquier momento" a partir del 20 de enero.

"Lo más importante es que hemos estado trabajando para llegar a un acuerdo", ha dicho en una declaración escrita Paolo Moder, miembro de la Junta Directiva del GUPC.