Manifestantes en varias ciudades de Birmania tomaron las calles este viernes en una nueva jornada de protestas contra el golpe de Estado a pesar de la sangrienta represión policial que ya ha dejado más de 50 muertos, según informa Efe.

Las protestas se celebran hoy en Rangún, la mayor ciudad del país, Mandalay, Monywa, Myingyan y Bagan, después de que solo el miércoles las fuerzas de seguridad mataran con munición real al menos a 38 manifestantes, en la jornada más sangrienta desde el golpe de Estado del 1 de febrero.

Centenares de personas se manifestaban esta mañana por las calles de Mandalay, la segunda ciudad del país, ataviadas con cascos blancos y rudimentarios escudos sin que de momento se haya producido la intervención de las fuerzas de seguridad.

Granadas aturdidoras

En el distrito Thaketa de Rangún, los manifestantes fueron dispersados con granadas aturdidoras por la policía pero se volvieron a reagrupar para seguir con la protesta en contra de la junta militar.

En la capital, Naipyidó, donde se han producido detenciones a gran escala, la protesta de hoy se redujo a un pequeño grupo de unas 30 personas que se dispersó en cuanto apareció la Policía, informó el medio local Frontier Myanmar.

La feroz represión de las manifestaciones contra el golpe de Estado en Birmania ha causado hasta el momento 54 muertos, todos ellos asesinados por las fuerzas militares y policiales, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Estos son únicamente los casos que se han podido documentar y es probable que las bajas entre los manifestantes sean considerablemente mayores, reconoció el propio organismo.

La alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, calificó de "absolutamente aborrecible que las fuerzas de seguridad estén disparando munición contra los manifestantes pacíficos". Por su parte el ministro de Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, dijo hoy que es una "verguenza nacional" para las fuerzas armadas de Birmania usar armas contra su propia población. "El uso de la fuerza letal contra civiles desarmados es inexcusable bajo cualquier circunstancia. La prioridad más inmediata es dar un paso atrás en una situación que se deteriora rápidamente", explicó el ministro durante una sesión parlamentario, según recogió el canal local Channel News Asia. Las valoraciones del gobierno de Singapur tienen especial peso por las fuertes inversiones de empresas de la ciudad-Estado en Birmania.

Consejo de Seguridad de la ONU

En medio de una ola de condenas, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto abordar este viernes, en una videoconferencia a puerta cerrada, la situación en el país, según anunció la presidencia de turno del órgano, que ocupa Estados Unidos.

Las protestas pacíficas que se celebran a lo largo y ancho del país desde hace semanas forman parte del movimiento de desobediencia civil surgido contra el Ejército que se hizo con el poder tras detener a parte del Gobierno electo, incluida la líder y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.

Los manifestantes exigen a los militares, que gobernaron el país con puño de hierro de manera ininterrumpida entre 1962 y 2011, que permita la vuelta a la democracia y reconozca los resultados de las elecciones del pasado noviembre, en las que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hizo en 2015.