El líder opositor venezolano Juan Guaidó dijo que se replanteará la estrategia de protestas callejeras a las que había convocado contra el Gobierno de Nicolás Maduro, ante la posibilidad de que pudieran contribuir a propagar el coronavirus en Venezuela.

"La amenaza de esta pandemia nos obliga a tomar medidas responsables y redefinir las convocatorias de calle teniendo siempre claro nuestro norte: la lucha por la democracia no se suspende", dijo Guaidó, a quien casi 60 países reconocen como presidente interino del país, en un vídeo divulgado en sus redes sociales.

Pero el dirigente opositor no adelantó cuál será su nueva estrategia de protesta, mientras que Maduro informó que Venezuela no tiene casos confirmados de coronavirus, aunque en las últimas tres semanas se monitorearon unos 30 sospechosos.

Medidas preventivas

El mandatario chavista ordenó, además, la suspensión de los vuelos provenientes de Europa y de Colombia por un mes, al tiempo que declaró el "estado de emergencia permanente" en el sistema de salud venezolano para la prevención, protección y para prepararlo "para atender los casos que sean detectados en algún momento en el país".

Asimismo, prohibió las concentraciones masivas, lo que en la práctica equivale a suspender las manifestaciones antigubernamentales. Al respecto, Guaidó dijo que las pandemias no se tratan "con control político ni con silencio", sino con "hospitales dotados y un sistema de salud que funcione".

Situación complicada

"Venezuela es hoy uno de los países más vulnerables ante un brote de coronavirus debido a la emergencia humanitaria compleja", añadió en referencia a la crisis que la oposición lleva más de un lustro denunciando. En ese sentido, dijo que pedirá al mundo apoyo para el sistema hospitalario de Venezuela, un país que atraviesa por la mayor crisis de su historia moderna.

"Les reiteramos que es el momento de dejar entrar los apoyos que hemos conseguido para Venezuela", dijo Guaidó al recordar que gestionó a principios de 2019 varias toneladas de ayuda humanitaria que se acopiaron en los límites del país con Colombia y Brasil, y que el Gobierno de Maduro no aceptó. En Venezuela se han habilitado 46 hospitales de todo el territorio como centros para "ejercer la rectoría" en el control y prevención del coronavirus.