El Gobierno francés reforzó ayer su dispositivo militar en Costa de Marfil, con el envío de unos 600 soldados adicionales, para hacer frente a los saqueos y violencias perpetrados por bandas de jóvenes exaltados, armados con palos y machetes, contra ciudadanos e intereses franceses y de otros países europeos, residentes en su mayoría en Abiyán, la capital. El ataque de las tropas del presidente Laurent Gbagbo, el sábado, contra la fuerza Licorne, que costó la vida a nueve militares franceses, provocó la inmediata respuesta de Francia, reactivando así un conflicto en vías de pacificación.

Francia "defiende el estado de derecho" en Costa de Marfil, aseguró el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, al rendir homenaje a los 9 soldados muertos y los 23 heridos en el bombardeo de las fuerzas marfileñas. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Michel Barnier, aseguró que "en ningún caso se trata de desestabilizar a Costa de Marfil o a sus instituciones" y la titular de Defensa, Mich¨le Alliot Marie, precisó que los refuerzos militares enviados a Abiyán tienen como objetivo garantizar la seguridad de los residentes franceses, que están siendo acosados y agredidos por bandas de jóvenes exaltados, movilizados para vengar la destrucción de las fuerzas aéreas marfileñas, tras el bombardeo de la fuerza Licorne.

TROPAS DE INTERPOSICION Cerca de 300 soldados franceses procedentes de Gabón ya llegaron ayer a Costa de Marfil para apoyar a los 4.000 militares desplegados en el país como fuerza de interposición entre las tropas de Gbagbo y los rebeldes que ocupan el norte del país. Otros 300 militares y un escuadrón de gendarmería salieron también ayer de la base militar de Istres (isla de Córcega) hacia Abiyán para reforzar la protección de los 15.000 franceses residentes en el país africano y otros europeos, entre los que se encuentran algunas familias españolas. El portavoz de la presidencia marfileña, Désiré Tagro, recomendó el cese de los ataques contra los extranjeros porque, según dijo, "atacar a los franceses es desviar a los soldados de su objetivo esencial, que es la liberación total de Costa de Marfil".

"PAIS AGRESOR" Más tarde y en nombre del presidente Gbagbo, Tagro insistió en tildar a Francia de "país agresor". El Ministerio de Defensa francés desmintió que sus soldados hayan matado a 30 marfileños y herido a un centenar, como había denunciado el presidente de la Asamblea Nacional de Costa de Marfil, Mamadou Koulibaly.

A pesar de la gravedad de los incidentes, París descarta por el momento la repatriación de los extranjeros. La Cruz Roja precisó que las agresiones antifrancesas han provocado ya más de 150 heridos de bala.