El debate sobre la afección que desfiguró la cara del líder de la oposición ucraniana, Viktor Yuschenko, recibió ayer otra dosis de confusión, con declaraciones contradictorias sobre su posible envenenamiento.

Los dos médicos austriacos que trataron a Yuschenko en septiembre explicaron ayer que trabajan sobre tres hipótesis, todas relacionadas con la administración de algún tóxico, pero añadieron que "ninguna ha sido probada hasta ahora". "Los síntomas pueden ser por un proceso exógeno envenenamiento o un complicado desarrollo interno infección", agregó Michael Zimpfer, director de la clínica donde fue atendido el dirigente.

Horas antes, el responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, dijo que habló con el médico de Yuschenko. "Me dijo que creía que fue envenenado", explicó Solana.