El Pentágono trató ayer de capear el escándalo creado por la difusión del vídeo en el que un marine asesina a un insurgente iraquí que yacía herido en el suelo de una mezquita en Faluya. "Se investigarán a fondo todos los hechos de este caso", aseguró en Bagdad el teniente general John Sattler, de la Primera Fuerza Expedicionaria de Marines, al anunciar la apertura de una investigación y la retirada del marine del servicio activo. Medidas que no remediarán la repulsa general ante el incidente, visto por televisión en todo el mundo menos en EEUU, donde las cadenas censuraron el tiro a la cabeza.

"Esto no es nada nuevo, visto lo que pasó en Abú Graib" --escenario de las vergonzantes torturas a prisioneros iraquís por parte de soldados estadounidenses--, comentó el presidente de la organización Arab Media Watch, Sharif Hikmat Nashashibi.

IMAGENES INTEGRAS EN AL JAZIRA Las imágenes de la ejecución del rebelde iraquí herido fueron mostradas íntegramente por la cadena árabe de televisión Al Jazira, incluyendo las caras de los marines y el nombre en la mochila de uno de los que entraron en la mezquita donde tuvo lugar el incidente. Estos datos fueron censurados en las televisiones estadounidenses por orden del Pentágono.

El explosivo vídeo fue grabado el sábado pasado por Kevin Sites, corresponsal de la cadena de televisión estadounidense NBC que acompañaba a la unidad de marines que entró en la mezquita. Esta había sido atacada el día anterior por otro grupo de marines en el marco de los sangrientos combates para arrebatar Faluya a los insurgentes iraquís. En ese primer enfrentamiento, 10 iraquís murieron y 5 quedaron heridos. Estos recibieron tratamiento y fueron dejados allí para ser recogidos posteriormente, según el relato de Sites.El vídeo muestra a los cinco iraquís heridos en el interior de la mezquita. Dos de ellos estaban apoyados contra la pared y parecían estar desangrándose, a punto de fallecer, de acuerdo con Sites. Un tercero daba la impresión de estar muerto y otro estaba cubierto con una manta, mientras que el quinto parecía respirar pese a sus graves heridas.En la grabación se puede ver cómo uno de los marines se acerca con el fusil en ristre, grita que uno de los heridos se está haciendo el muerto y le dispara a la cabeza.El iraquí asesinado no parecía estar armado o ser una amenaza para los marines, ni se veía arma alguna en la mezquita, según el periodista de la NBC. Sin embargo, al anunciar la apertura de una investigación sobre el incidente, los marines dijeron que se estudiará "si el marine actuó en defensa propia, violó las leyes militares o no cumplió la Ley de Conflictos Armados". El militar ha sido retirado del servicio hasta que acaben las pesquisas. "Cualquier herido, en este caso insurgente, que no constituya una amenaza, no debe ser considerado hostil", reconoció ante las cámaras de la cadena NBC el teniente coronel Robert Miller, que dirigirá la investigación. De hecho, la Tercera Convención de Ginebra establece expresamente que "quienes hayan sido puestos fuera de combate por enfermedad, heridas, detención o cualquier otra causa, deben ser tratados humanamente". HERIDO EN LA CARA Ayer, los compañeros del marine que asesinó al iraquí herido cerraron filas para defenderle, alegando que justo el día anterior al incidente había sido herido en la cara, aunque pudo seguir combatiendo. "Yo también habría disparado al insurgente, le habría pegado dos tiros en la cabeza", aseguró el sargento Nicholas Graham. "No se puede confiar en esta gente y este chico no debería ser objeto de investigación porque no hizo nada equivocado", añadió. "Debe haber una investigación, pero deben tener en cuenta las circunstancias", señaló otro compañero del marine.