Ayer, sólo un día después de que en Washington se viviera un terremoto político por el anuncio de dimisión del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, se supo que James Pavitt, subdirector de operaciones desde 1999, va a retirarse este verano. Así, en menos de 24 horas, los servicios de espionaje de EEUU se quedaron sin dos de sus piezas claves y la Administración de George Bush se ve en una comprometida situación en la que sus intereses electorales pueden poner en peligro la seguridad del país.

Aunque fuentes oficiales aseguran que Pavitt tomó la decisión hace semanas, el adiós del hombre que supervisaba el trabajo de los espías confirma y agrava la crisis. Parece probable que el presidente no designe sucesor de Tenet antes de las elecciones de noviembre, dejando que el actual subdirector, John McLaughlin, se haga cargo interinamente de la agencia a partir de julio. Bush intentaría así evitar un debate sobre el candidato que podría poner de manifiesto los graves errores de los servicios de espionaje.

De ser así, Bush estaría dejando sin un liderazgo claro a una agencia clave para la protección del país. Eso a pesar de que su propia Administración alerta sobre la posibilidad de un ataque terrorista antes de las elecciones. El vacío de poder y el riesgo de la seguridad abonarían el terreno para el aspirante demócrata a la Casa Blanca, John Kerry.

La dimisión de Tenet seguía ayer centrando el debate sobre el futuro del espionaje. Algunos consideran que es la oportunidad perfecta para una reestructuración. Y una de las propuestas es que la dirección de la CIA se convierta en un puesto similar al del presidente de la Reserva Federal, más independiente de la Administración, con mandato más largo y con poder presupuestario.

PROPUESTA DEL FBI Los ecos de reestructuración son tales que ya desatan temores en los despachos. Lo confirmó el director del FBI, Robert Mueller, que propuso en el Congreso que se dote a su organización de una nueva división interna en la que centrar su trabajo de espionaje.

Por otra parte, el diario The New York Times desveló ayer el contenido de un durísimo informe sobre la CIA elaborado por el Comité de Inteligencia del Senado en el que se acusa a la agencia de haber sido incapaz de infiltrar a sus agentes y conseguir confidentes en el régimen de Sadam antes de la guerra. Y critica la dependencia excesiva de fuentes de espionaje de gobiernos extranjeros.