El nuevo ingreso hospitalario de Cristina Fernández de Kirchner, esta vez por una afección vinculada al intestino, conocida como sigmoiditis, volvió a cambiar drásticamente parte de la agenda política de una Argentina donde la presidenta, cuando le falta un año para el retiro, sigue siendo una figura central.

A diferencia de otras complicaciones de salud padecidas en los últimos dos años, esta vez el sanatorio Otamiendi, cerca del centro capitalino, no se convirtió en una suerte de romería. En situaciones precedentes los kirchneristas dejan mensajes de aliento y pedidos de recuperación. Se estima que CFK volverá pronto en funciones: la espera una reunión con su colega chilena, Michelle Bachelet, y una videoconferencia con el papa Francisco. Mientras eso no suceda, debería quedar al frente del Ejecuivo el vicepresidente Amado Boudou, quien ha sido procesado por una causa de corrupción.

El imperturbable secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, dijo que Fernández de Kirchner "se encuentra estable, continúa internada con tratamiento antibiótico endovenoso, con observación evolutiva y seguimiento de los cultivos realizados”. La Presidenta fue internada después de detectarse el domingo pasado un “cuadro febril infeccioso”. Se esperan nuevas novedades del equipo médico en las próximas horas.

En julio pasado, Fernández de Kirchner no pudo viajar Paraguay por un problema de salud. En octubre de 2013 fue sido operada por una “colección subdural crónica”, un hematoma en el cerebro formado como consecuencia de un golpe que se había producido dos meses antes. Pocos días después de ausmir su mandato, en diciembre de 2011, fue obligada a la extirpación de la glándula tiroides tras un diagnóstico de cáncer que finalmente resultó un "falso positivo".

Cuestión de estado

Las noticias sobre su salud devienen "cuestión de Estado" y un problema para los adversarios que no saben por ahora qué hacer ni cómo enfrentarla a pesar de los serios problemas económicos que sacueden a la Argentina. De acuerdo con la consulora Analogías, CFK riene una popularidad del 46,9 por%, un número que se ha mantenido constante desde que comenzó la disputa legal en un Tribunal de Nueva York con los fondos especulativos.