LOS BLAIR han pasado dos semanas en Barbados, un par de noches en un palacio de la provincia de Toscana y tres días en Atenas, donde asistieron a la inauguración de los Juegos. Pero lo que más ha molestado a sus críticos ha sido la invitación de Silvio Berlusconi a un palacio que tiene 27 habitaciones, cinco piscinas y un anfiteatro.