Para imprimir algo de brío a la maltrecha Unión Europea en vísperas del 60 aniversario del Tratado de Roma, con el brexit como telón de fondo y ante el escaso aprecio mostrado por el nuevo inquilino de la Casa Blanca, el presidente francés, François Hollande, reunió ayer a los líderes de Alemania, Italia y España en el palacio de Versalles, símbolo del glorioso pasado francés y del tratado de paz que puso fin a la primera guerra mundial.

En la minicumbre informal a la que asistieron la cancillera alemana, Angela Merkel, el presidente del Consejo italiano, Paolo Gentiloni, y el presidente español, Mariano Rajoy, todos coincidieron en que, en un contexto de «incertidumbres y preocupaciones» y frente al riesgo de «populistas, extremistas y nacionalistas», conviene aportar respuestas para convencer a los ciudadanos de que «ninguna solución pasará por el repliegue y el rechazo de la solidaridad», según el anfitrión.

Entre las prioridades de la Unión Europea, que tendrá que marcar su rumbo a 27 tras la salida del Reino Unido, debe figurar la protección de los europeos creando una verdadera Europa de la defensa, el progreso económico y el mantenimiento de los valores del viejo continente, según señalaron los cuatro dirigentes a la prensa antes de celebrar una cena de trabajo.

En estos tres terrenos, los países que quieran deberían poder avanzar más rápidamente sin que otros supongan una rémora, es decir, Francia, Alemania, Italia y España optan por el tercero de los cinco escenarios del ideario esbozado por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sobre el futuro de la UE. «Esa cooperación diferenciada no está cerrada a nadie pero tenemos que poder ir hacia adelante porque necesitamos una Europa más fuerte», indicó Merkel. Entre los principales desafíos la cancillera citó los que vienen del exterior (globalización, cambio climático, terrorismo, defensa y flujos migratorios) y del interior (insatisfacción, paro y preocupación por el futuro). La solución pasa pues por una Europa «segura» que proteja sus fronteras exteriores y se coordine mejor en materia de defensa.

Un diagnóstico similar hizo el italiano Gentiloni, que habló de un sentimiento de «desconfianza y cansancio» de los ciudadanos, a quienes habría que volver a ilusionar con el proyecto europeo. «El 60 aniversario tiene que servir no solo para celebrar sino para mirar hacia el futuro», destacó.

ESPAÑA, EN EUROPA / Rajoy, por su parte, puso de relieve que la UE es «la historia de un éxito» que debe mirar hacia el futuro y buscar una mayor integración. «España -subrayó el presidente español- está dispuesta a ir más lejos en la integración económica, la unión fiscal y la creación de un presupuesto europeo». Los socios europeos celebrarán el Tratado de Roma el próximo 25 de marzo en la capital italiana.