David Aruquipa participaba de una conferencia virtual sobre temas de su especialidad, el derecho, cuando, de pronto, recibió en su teléfono una noticia que lo desbarató. Su condición de moderador del encuentro se vio interferida desde el momento en que comenzaron a resbalar las primeras lágrimas por su mejilla. "Quedé un poco perdido", reconoció una vez repuesto y agradecido. El Registro Civil boliviano (Sereci) había autorizado el reconocimiento de la unión civil entre dos personas del mismo sexo. Aruquipa y el empresario Guido Montano, de 48 años ambos, fueron autorizados a dar un paso inédito en su país. La propia ONU lo calificó de histórico. Human Rights Watch opinó lo mismo. La Iglesia Católica expresó críticas con diferentes matices. Los evangelistas, en cambio, fueron unánimes al poner el grito en el cielo.

Los derechos de las minorías sexuales parecen dejar brevemente en suspenso algunas de las controversias políticas más intensas de Bolivia. Los expresidentes y enemigos históricos, Evo Morales y Carlos Mesa, coinciden en la defensa de la identidad de género. La unión civil entre personas de un mismo sexo se convirtió en posibilidad latente en julio pasado tras un fallo favorable de un tribunal, a pesar de lo establecido por la Constitución. Por entonces, el Sereci se negó a cumplir el fallo. No quería contradecir el espíritu de un Gobierno de facto de orientación ultraconservadora.

Los tiempos cambiaron desde el retorno a la presidencia boliviana del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, esta vez de la mano del economista Luis Arce. Las autoridades del Registro Civil volvieron sobre sus pasos en un nuevo contexto político y le permitieron a Aruquipa y Montano llegar al final de un camino recorrido, no sin tropiezos, a lo largo de 11 años por juzgados y salas constitucionales. Si bien la decisión del Sereci marca un punto de inflexión, la pareja siente una "felicidad a medias" que, dijo Aruquipa, será completa cuando el reconocimiento que ellos obtuvieron se amplíe a todos los bolivianos. Para el presidente del Colegio de Abogados, Israel Centellas, se ha establecido un precedente "poder autorizar a otras parejas a que puedan realizar lo mismo".

Rechazos y aprobaciones

Una semana después de la boda, las controversias no se terminan. Enrique Ipiña Melgar, quien se desempeñó como ministro de Educación de diferentes Gobiernos de derecha, aseguró que la unión civil puede tener la "apariencia" de un matrimonio, pero llamar así al vínculo autorizado por la ley entre Aruquipa y Montano, puede "perjudicar a la solidez y a la naturaleza misma del matrimonio". El Consejo Nacional Cristiano (CNC), que agrupa a las iglesias evangélicas del país, rechazó por inconstitucional la postura del Sereci y sus inevitables derivaciones. "Es una situación lamentable", dijo su portavoz, Luis Aruquipa, quien no tiene ninguna vinculación familiar con el recién casado. "Nos mantendremos firmes frente a cualquier disposición que atente contra la familia", advirtió.

El arzobispo de la región de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, fue enfático en su desacuerdo. "El matrimonio se basa en la complementariedad sexual y hace posible el amor mutuo entre esposo y esposa. En ninguna otra relación humana puede adjudicarse ese propósito y cumplirlo". El administrador apostólico de la populosa Diócesis de El Alto, en la periferia de La Paz, Monseñor Giovani Arana, dijo que la Iglesia Católica "custodiará y defenderá el concepto de familia original" pero, "también respetamos las decisiones que cada uno personalmente pueda tomar". Se recordó en ese sentido que el propio papa Francisco dijo en octubre pasado que "los homosexuales son hijos de Dios y tienen derecho a una familia". Cuando a algunos obispos bolivianos les recordaron el comentario del pontífice, prefirieron hablar de otras cosas.

La dirigente feminista Cecilia Chacón lamentó que el debate sobre la legalización del matrimonio igualitario haya sido polarizado "por conservadurismos religiosos y políticos". La indignación de esos sectores, añadió, busca negar una realidad: "la desprotección patrimonial existente en parejas del mismo sexo por separación, negación de filiación al seguro de salud o el desconocimiento de derecho a pensión en caso de muerte". En ese sentido, la posibilidad que se abrió con Aruquipa y Montano es "una gran noticia". La escritora feminista Paola R. Senseve T. también se sumó a la celebración, aunque con un matiz: "Lo de Guido y David es hermoso. Amor y lucha. Y mejor dejarlo ahí porque si no, nos arruinamos la noche recordando que en Bolivia la justicia deja libre a los femiicidas".