Las carnicerías francesas están desde hace meses en la diana de beligerantes grupos de activistas veganos que dejan su huella en los comercios de venta de carne y embutidos con eslóganes como ‘Stop especismo’, pintadas con colorante rojo, escaparates apedreados o mensajes amenazadores.

La mayoría de los actos vandálicos se han producido en el norte de Francia, donde en abril siete carnicerías aparecieron rociadas con sangre falsa y una pescadería fue saqueada. También se han dado casos en la región parisina, en Lyón y en la región occitana. El último episodio de violencia se fue el martes en Wambrechies, cerca de Lille, contra una tienda de quesos.

Además, a finales de marzo un militante vegano defensor de la causa animal se felicitó en Facebook de la muerte de un carnicero en un supermercado de Trèbes durante un atentado yihadista. El activista en cuestión ha sido condenado a siete meses de cárcel por apología del terrorismo, pero en las redes sociales aparecen de vez en cuando comentarios similares.

Los actos vandálicos son enormemente preocupantes para un gremio que mueve 6.000 millones de euros al año y da empleo a 80.000 personas. Por eso, la Confederación Francesa de Carniceros y Charcuteros (CFBCT, por sus siglas en francés) ha pedido al Gobierno que tome cartas en el asunto y castigue a los responsables de las acciones violentas que han sufrido hasta la fecha un centenar de establecimientos, según cifras de la Confederación.

Voz de alarma

Su presidente, Jean-François Guihard, solicitó el pasado junio un encuentro con el ministro del Interior, Gérard Collomb, para dar la voz de alarma y evitar que la situación se agrave. «Frente a esta escalada de violencia ¿cuál será la próxima etapa? Los ataques que sufren las carnicerías, las charcuterías y todo el sector no son ni más ni menos que una forma de terrorismo», decía Guihard en una carta remitida al ministro. También la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas (CPME) expresó su preocupación por el comportamiento «extremista» de los defensores de la igualdad de las especies que niegan jerarquías entre seres humanos y animales.

El pasado 3 de julio, Gérard Collomb recibió a los representantes del gremio afectado y según fuentes de la CFBCT consultadas por EL PERIÓDICO el encuentro fue satisfactorio. «El Gobierno ha tomado conciencia del problema y las prefecturas -delegaciones gubernamentales- de cada departamento se reunirán con los representantes sindicales de los carniceros», señaló un portavoz de la Confederación. «No tenemos ningún problema con los vegetarianos pero sí cuando hay violencia. No podemos tolerar el vandalismo. Lo que queremos es que se encuentre a los responsables porque hasta ahora nadie ha sido condenado», agregó.

Además de recordar que el consumo de carne forma parte de la cultura francesa, la CFBCT subraya que este tipo de actos suponen una dificultad añadida para el sector ganadero, que vive una situación económica «dramática» desde hace años.

«Por amor al entrecot, no dejemos a los veganos imponer su manera de vivir», rezaba hace días un editorial de ‘Le Figaro’. «Naturalmente, todo el mundo tiene derecho a ser vegetariano, aunque la vida es más triste cuando se renuncia para siempre a una pierna de cordero o a una trucha con almendras», concluía el diario conservador.