A siete semanas de las elecciones presidenciales en EEUU, demócratas y republicanos se han enzarzado en la batalla por Florida, el crucial estado que dio la victoria al republicano George Bush hace cuatro años. Las primeras escaramuzas tienen nombre propio: Ralph Nader, a quien los partidarios de John Kerry quieren retirar de las papeletas electorales. Estos, además, acusan a Jeb Bush, gobernador del estado, de favorecer a su hermano George.

Hace cuatro años, el candidato independiente obtuvo en ese estado 98.000 votos que, en su ausencia, hubieran ido a parar al entonces rival demócrata de Bush, el exvicepresidente Al Gore. Este año, el polémico Nader se presenta como candidato del Partido de la Reforma, una formación que no tiene alcance nacional. Sobre esta base, el pasado viernes, el juez de distrito Kevin Davey decidió en Tallahassee, capital de Florida, que no puede figurar en las papeletas electorales del estado.

Nader se apresuró a apelar la decisión de Davey, pero también lo hizo la secretaria de Estado de Florida, Glenda Hood, miembro del Gobierno republicano de Jeb Bush. La apelación de Hood no sólo dejó inmediatamente en suspenso la decisión del juez Davey, sino que permitió a la presidenta de la junta electoral de Florida, Dawn Roberts, ordenar la inclusión de Nader en las papeletas para los residentes ausentes.

"Es increíble", reaccionó Scott Maddox, presidente del Partido Demócrata en Florida, quien no ocultó su alarma por el descarado apoyo republicano a Nader. "Se trata de una maniobra política muy descarada de Jeb Bush para darle otra vez ventaja a su hermano el día de las elecciones", denunció con firmeza, decidido a llevar el caso hasta el Tribunal Supremo de Florida.

LA RECUPERACION La campaña está reñida. La cómoda ventaja en los sondeos que aportó a Bush la convención republicana, celebrada en Nueva York hace dos semanas, ya se ha evaporado, y los dos rivales que se disputarán la Casa Blanca vuelven a estar igualados en la intención de voto de los estadounidenses. Según la prestigiosa firma de sondeos Pew Research Center, Bush consigue ahora el 47% de los votos, frente al 54% que tenía tras la convención. El candidato demócrata sube al 46%, tras haberse quedado en el 39% al finalizar el cónclave de los republicanos el pasado agosto.