Los eurodiputados conservadores impusieron ayer, tras una recogida masiva de firmas, que el voto de hoy en el Parlamento Europeo sobre la apertura de negociaciones de adhesión con Turquía sea secreto, para intentar obtener el máximo número de votos en contra. Los conservadores disponían anoche de más de 160 firmas, más de las 147 (un quinto del hemiciclo) requeridas para imponer ese sistema de votación.

Gran parte del Grupo Popular, en especial alemanes y austriacos, se opone a que el Consejo Europeo acuerde mañana abrir las negociaciones con Turquía porque cree que será el fin de la UE. Un tercio de los liberales y un sector de la izquierda europea es contrario a esa decisión. La mayoría de los socialistas y de los verdes respalda el inicio de las negociaciones.