Sebastián Piñera, la cuarta fortuna de Chile, ha jurado por segunda vez en su vida como presidente de Chile en medio de cerrados aplausos en el Congreso que el dictador Augusto Pinochet trasladó de la capital de Santiago a la ciudad de Valparaíso. Piñera, que obtuvo el derecho a un segundo mandato con el 54% de los votos, pero ante la indiferencia de más de la mitad del censo electoral, que se abstuvo, llega a esta vez al Palacio de La Moneda en medio de un escenario más auspicioso.

En marzo de 2010 tuvo que asumir el cargo por primera vez cuando todavía eran patentes los estragos del terremoto que devastó parte de la región centro del país. Piñera, el líder de la derecha, ha iniciado su nuevo período acompañado de siete presidentes latinoamericanos. En 2014 abandonó el poder con una bajísima popularidad. En esta ocasión, Piñera está convencido de que no volverá a repetir los errores del pasado.

El flamante nuevo mandatario chileno recibió la banda presidencial del titular del Senado, el socialista Carlos Montes. La escena revela algo más que una cuestión del ritual institucional: el Gobierno necesitará negociar en todo momento con la oposición porque no cuenta con mayoría propia en el Parlamento.

De momento, Piñera sabe que su segunda era no tendrá un inicio tormentoso: se espera que la economía chilena vuelva a crecer por encima del 3% gracias a la subida del precio internacional de cobre, el principal producto exportador. Piñera vuelve a confiar en parte de su anterior equipo. Entre su equipo de gobierno está el escritor Roberto Ampuero que estará al frente del Ministerio de Exterior. Uno de los temas claves es la cuestión venezolana. Ampuero garantiza intransigencia. “Cuando estaba de moda, fue muy comunista. Ahora es un converso vociferante en el neoliberalismo”, así lo ha definido el portal 'El Mostrador'.

Necesidad de pragmatismo

A pesar de la experiencia ganada y la decisión de no tropezar con la misma piedra, Piñera sabe que se encuentra frente a una sociedad con altas expectativas de mejoras. Tratará de enfrentarlas con pragmatismo. En los últimos días dio una señal en esa dirección. El magnate era un acérrimo opositor a la sanción por parte del Parlamento de una ley de Identidad de Género. Pero la película chilena “Una mujer fantástica” ha ganadoel Oscar a la mejor producción extranjera. El filme, protagonizado por la actriz transgénero Daniela Vega, cuenta la historia de una mujer de esa condición que, tras la muerte de su pareja, enfrenta prejuicios y trabas contra viento y marea. El primer Oscar obtenido por el cine chileno en su historia ha provocado expresiones de alborozo nacional. Piñera ha entendido que debía, bajo esas circunstancias, tolerar que el Congreso saque adelante una ley que antes le disgustaba, si es que consigue los votos necesarios.

Durante su primer Gobierno tuvo que gobernar con una oposición todavía unida y frente al creciente malestar estudiantil. El segundo período encuentra a sus adversarios “destartalados”, según el columnista del semanario 'The Clinic', Patricio Fernández. En ese sentido, la derecha encuentra condiciones inmejorables para alcanzar un objetivo que solo fue posible bajo los militares: un predominio político de largo alcance en el tiempo.

La despedida de Bachelet

“Ha habido un sesgo sexista y machista”, ha dicho la presidente saliente Michelle Bachelet en relación al modo en que la oposición y parte de los medios se ensañaron con ella. “Espero no se retroceda en logros importantes para la gente”, ha añadido, de cara a lo que viene. Antes de abandonar el Palacio, el Gobierno ha asegurado que la presidenta ha logrado cumplir con el 82,7% de los compromisos que adquirió con la ciudadanía. El estudio “Del dicho al hecho” de la Fundación Ciudadano Inteligente afirma, no obstante, que ha sido alcanzadas el 56% de las metas, con énfasis especial en educación, energía y avances democráticos.

De acuerdo con la consultora Adimark, Bachelet abandona su cargo con casi un 40% de aprobación. Ocho años atrás lo hizo con un 80%. Según el diario 'La Tercera', el balance de su gestión “no es favorable” por haberse inclinado “demasiado a la izquierda”. Cuando Bachelet ha abandonado Valparaíso ha escuchado aplausos y el pedido de que vuelva. Ella ya ha jurado que no regresará a la presidencia. En cuanto a Piñera, 'La Tercera' sostiene que su Gobierno tiene el desafío de recobrar la cultura de la “conversación” y los “acuerdos”. El crecimiento y la inversión son muy importantes y necesarios. “Pero no suficientes para prolongar este ciclo político”.