La imagen ha sido pasto de las redes sociales y, sin duda, ha marcado la primera Pascua de Donald Trump como presidente de Estados Undios. La escena sucede en uno de los balcones semicirculares de la Casa Blanca donde Trump, la primera dama, Melania, y el hijo de ambos, el pequeño Barron, escuchan el himno nacional.

Tras apoyar su mano derecha en el corazón, el gesto típico y patriótico de los estadounidenses cuando suena su himno, Melania se percata de que Trump permenece inmóvil. Es entonces cuando le llama la atención a su marido dándole un perqueño golpecito en el brazo derecho. El presidente de EEUU, tras percatarse del inperdonable descuido, mueve rápidamente su brazo y coloca su mano sobre el corazón mientras suena la música.