El aumento de las desigualdades sociales entre los británicos, en salarios, sanidad, educación y oportunidades son un riesgo para la democracia y la prosperidad del país, según el Premio Nobel de Economía, Angus Deaton. El Reino Unido, advierte, camina hacia el modelo de Estados Unidos, uno de los países con las mayores desigualdades sociales en el mundo. El Instituto de Estudios Fiscales (IFS), un importante foro de análisis económico y político, ha encargado a Deaton, profesor en la universidad americana de Princeton, un estudio en profundidad sobre la brecha entre superricos y una mayoría cada vez menos pudiente, en la sociedad británica.

El 'think tank' advierte de que el enriquecimiento de unos pocos a costa del resto de los ciudadanos es una burla de la democracia. Hay graves disparidades geográficas en el reparto de riqueza, al igual que en el nivel de ingresos y en la expectativa de vida. El declive de los sindicatos es, según el IFS, un factor en el estancamiento de los salarios de los trabajadores. El dinero que se genera en el país va directamente al bolsillo de ejecutivos y los accionistas, pero no beneficia al resto de la ciudadanía.

SALARIO 145 VECES MÁS ELEVADO

Hay que preguntarse si el capitalismo económico está funcionando, cuando solo funciona para una parte de la sociedad, señala Deaton, quien advierte del peligro de que la gente sienta que su trabajo no está retribuido justamente, frente a quienes acumulan una riqueza cada vez mayor. Qué pensar cuando el jefe de British Gas obtiene una subida salarial del 44%, en un año no muy boyante para la compañía? Y si en 1998 el salario medio de los altos ejecutivos de las 100 empresas del índice FTSE era 47 veces el de la media salarial, ahora es 145 veces más elevado.

De acuerdo con el IFS las clases medias están perdiendo poder económico y las más afectadas son las nuevas generaciones, incapaces de poder encontrar una vivienda a un precio abordable. Entre los pobres, la falta de independencia económica y la inseguridad en el trabajado conduce a vidas más caóticas. La investigación del profesor Deaton se prolongará durante cinco años y tratará de establecer, entre otros muchos aspectos, el efecto de los bajos ingresos en los niños. Un reciente estudio de Naciones Unidas sobre pobreza indicaba que, a pesar de ser el Reino Unido la quinta mayor economía mundial, sus niveles de pobreza infantil son una calamidad social y un desastre económico.

DIEZ AÑOS DE VIDA

Otro ángulo a considerar en el estudio es el aumento de la disparidad salarial de las mujeres trabajadoras después de tener hijos y diferencias en la expectativa de vida entre Londres y el noreste de Inglaterra, una de las zonas del país más desfavorecidas. De acuerdo con el IFS en el caso de los hombres, la expectativa de vida varía en casi diez años, entre zonas ricas y pobres. El estudio habla de las muertes por desesperación, a causa de las drogas, el alcohol y los suicidios, vinculados a la pobreza, a los problemas mentales y el aislamiento social.

Pero no son solo los factores económicos. Hay desigualdad entre los ciudadanos en el acceso a la justicia, la educación o el sistema político. Hay que pensar en la desigualdad política, agrega Deaton. Hay gente que realmente piensa que no está representada. En el caso británico, creo que el brexit es en muchos casos el de gente que cree que sus voces no se escuchan en Westminster y menos aún en Bruselas.