La Guardia Civil ha detenido en Mallorca a un alemán de 28 años, con estrechos vínculos con la extrema derecha, reclamado por la autoridades de su país por la colocación de un artefacto explosivo en la localidad bávara de Burglengenfeld el pasado febrero, que no llegó a explotar.

La detención se produjo el pasado 18 de marzo, en colaboración con las autoridades de Alemania, en el marco de la 'operación Huestes', por la colocación de dicha bomba que no explotó al ser localizada de forma fortuita por un vecino de la zona, ha informado este jueves el instituto armado en un comunicado.

El artefacto, de fabricación artesanal, consistía en una mezcla de diferentes tipos de pólvoras, con polvo metálico para aumentar la presión de la explosión, e incorporaba un vial de vidrio con mercurio que hubiera contaminado el área circundante a la explosión.

Por estos hechos, el hombre huyó y las autoridades alemanas cursaron una Orden Europea de Detención y Entrega.

Ante las sospechas de que se hubiese trasladado a España, el Servicio de Información de la Guardia Civil inició la búsqueda y logró localizarlo en una vivienda de lujo en la localidad de Peguera, en el municipio mallorquín de Calvià.

Se había refugiado en una lujosa villa donde su presencia pasaba inadvertida en la amplia colonia de ciudadanos alemanes en la isla.

El ahora detenido adoptaba medidas de seguridad como permanecer la mayor parte del tiempo oculto en el interior de la vivienda para evitar ser detectado.

Solo pudo ser detenido durante la única salida que realizó de la vivienda, al ir a tirar la basura a un contenedor cercano.

El detenido fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional, quien decretó su ingreso en prisión hasta su entrega a las autoridades alemanas.

CIUDADANOS DEL REICH

El hombre era integrante del colectivo radical de extrema derecha de ideología neonazi Ciudadanos del Reich (Reichsbürger)", que aúna a diversas agrupaciones y a neonazis vinculados a la ultraderecha alemana, y que no reconocen la legalidad de la República Federal Alemana, ni a sus autoridades ni instituciones del actual Estado alemán, negándose a pagar impuestos y a realizar tareas civiles.

Los miembros del Reichsbürger tienen una fuerte inclinación por las armas de fuego y han protagonizado incidentes anteriores de conflicto violento con la Policía, lo que supone un foco principal de preocupación para las autoridades alemanas.

Según la Guardia Civil, éstas ven "con creciente preocupación" el resurgimiento de los apoyos hacia movimientos y sectores políticos de ideología neonazi, que podrían ocasionar incidentes tan trágicos como el reciente atentado contra una mezquita de Nueva Zelanda el pasado 15 de marzo, cometido por un ultraderechista de nacionalidad australiana, y que ocasionó 50 víctimas mortales y medio centenar de heridos.