Después de más de tres meses de prisión preventiva y cuando ya estaba a punto de iniciarse el juicio del caso, Mijailo Mijailovic, un sueco de 25 años de origen serbio, detenido como presunto asesino de la ministra sueca de Exteriores, Anna Lindh, confesó ayer ser el autor del magnicidio.

Mijailovic pidió ser interrogado de nuevo, a propuesta de su abogado, en su celda de la prisión de Kronoberg, en Estocolmo. Según el letrado Peter Althin, la muerte de Anna Lindh fue fruto de "un momento de ofuscación" y no esconde otras motivaciones. "Sólo puedo decir que no existe ningún motivo político", aseveró Althin en la radio. "Mi cliente ha reconocido ser el autor de los hechos", dijo el abogado.

La ministra sueca fue apuñalada el pasado 10 de septiembre mientras compraba en los almacenes NK, de Estocolmo. Tras la detención de Mijailovic, se especuló con una trama política del caso por el apoyo del Gobierno sueco al bombardeo de 1999 de Serbia por parte de la OTAN.