El presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, ha aceptado este martes la dimisión en pleno del Gobierno dirigido por el primer ministro, Nikolái Azárov, después de más de dos meses de protestas opositoras.

Azárov ha presentado su dimisión este martes por la mañana en aras de facilitar la solución del conflicto que enfrenta desde noviembre a la oposición con las autoridades y que mantiene a miles de manifestantes en las calles.

El decreto firmado por el presidente y publicado en la web oficial de su administración señala que la dimisión del primer ministro "conlleva la dimisión de todo el gabinete de ministros de Ucrania".

Yanukóvich ha pedido a Azárov y a los ministros de su Gobierno que ejerzan de manera interina las funciones ejecutivas hasta que se nombre un nuevo gabinete.

Derogación de leyes

Al mismo tiempo, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania ha derogado este martes en sesión extraordinaria las polémicas leyes contra los derechos cívicos que provocaron el estallido de la violencia en la capital y una radicalización del movimiento pro-europeo, según se ha podido constatar en las imágenes transmitidas por televisión.

Durante la sesión parlamentaria, 361 diputados han votado a favor de derogar estas leyes, fuertemente criticadas por los países occidentales como un atentado a las libertades, y dos los han hecho en contra. La votación ha ratificado el acuerdo al que llegaron ayer el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, y los representantes de la oposición. El resultado ha sido acogido con fuertes aplausos en la Cámara.

Carta de renuncia

La sesión especial de la Rada se considera crucial para la consecución de un arreglo pacífico a la grave crisis que vive Ucrania, tras una noche tranquila en la capital, Kiev. Azárov estaba en la cuerda floja desde que el presidente Yanukóvich ofreciera en los últimos días el cargo a uno de los líderes de la oposición.

En su carta de renuncia, Azárov ha señalado que dimite "para crear posibilidades adicionales de alcanzar un acuerdo político y social y en aras de un arreglo pacífico" del conflicto que enfrenta desde hace dos meses a la oposición con las autoridades y mantiene a miles de manifestantes en las calles.

"Durante la confrontación, el Gobierno lo ha hecho todo para lograr una solución pacífica al conflicto. Lo hemos hecho todo para impedir el derramamiento de sangre, la escalada de la violencia y la violación de los derechos civiles", afirma en su carta al presidente Yanukóvich.

Estándares europeos

Los líderes opositores demandaban la derogación de todas las leyes que coartan las libertades de expresión y de reunión, y que, en su opinión y en la de la Unión Europea, convertían a Ucrania en un Estado policial. Esas leyes serán redactadas de nuevo y conjuntamente por las autoridades y la oposición con el fin de que respondan a los estándares europeos.

Mientras se debate en la Rada, los manifestantes y la policía antidisturbios mantienen sus posiciones en el centro de Kiev, convertido en un complejo sistema de barricadas desde el pasado día 19, cuando estallaron los violentos disturbios que se han cobrado seis muertos, según la oposición, y centenares de heridos.

La ministra de Justicia, Yelena Lukash, informó de que las autoridades están dispuestas a firmar una ley de amnistía de la que se beneficiarían todos los detenidos en las protestas, pero solo entrará en vigor si los manifestantes desalojan los edificios institucionales. En caso contrario, dijo, aquellos que hayan infringido la ley no serán amnistiados.

Reforma de la Constitución

En la reunión de ayer, Yanukóvich y los líderes de la oposición abordaron también la reforma de la Constitución para limitar los poderes del presidente en favor de los del Parlamento. "Las negociaciones proseguirán", declaró Lukash al referirse a la posible modificación de la Constitución.

Este lunes, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a Yanukóvich que retire de las calles la fuerza especial antidisturbios, los temidos Berkut, y dialogue con la oposición para poner fin a los enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la policía en Kiev.

Condena de EEUU

"Estados Unidos condena el uso de la violencia de cualquier lado, y alerta de que declarar el estado de emergencia o adoptar cualquier otra medida severa de seguridad puede agravar más la situación y reducir las posibilidades de llegar a un acuerdo pacífico", informó la Casa Blanca en un comunicado.

Las manifestaciones que inició la oposición hace más de dos meses ante el rechazo del Gobierno a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE y el refuerzo de los vínculos con Rusia degeneraron hace diez días en violentos disturbios, que se iniciaron en Kiev pero ya se han extendido por todo el país.