La preocupación ante la obcecación de Donald Trump por abrir una guerra comercial ha ganado este martes una nueva razón. Gary Cohn, principal asesor económico del presidente de Estados Unidos, y una de las escasas voces moderadas que quedaba en el equipo de la Casa Blanca, ha presentado su dimisión por las discrepancias sobre la propuesta de Trump de imponer aranceles globales a las importaciones de acero y aluminio. Y empresarios, mercados e inversores temen ahora que el sustituto de Cohn refuerce el nacionalismo económico de la Casa Blanca.

La dimisión del presidente del Consejo Nacional Económico, cuya fecha efectiva no se conoce aún, ha sido anunciada primero por 'The New York Times'. Llega tras varios días tumultuosos en los que también se ha marchado Hope Hicks, directora de comunicaciones y una de las más cercanas confidentes de Trump. Y resucita la sensación de una Casa Blanca en caos.

Confirma, además, el influjo en Trump de las voces más proteccionistas, como las del secretario de Comercio, Wilbur Ross, y la de su principal asesor en la materia, Peter Navarro. Estos han demostrado ya haber ganado una guerra interna (“estilo salvaje oeste” según el Times) sobre el plan arancelario, que Trump anunció por primera vez el jueves y en el que insiste pese que líderes republicanos en el Congreso están mostrando también clara oposición.

ATAQUES A LA UNIÓN EUROPEA

Ha vuelto a dejarlo claro este martes en una rueda de prensa junto al primer ministro sueco, Stefan Lofven, en la que Trump ha intensificado su enfrentamiento con la Unión Europea. “Hacen casi imposible que hagamos negocios con ellos y mandan sus coches y todo lo demás a EEUU”, ha dicho. “Pueden hacer lo que quieran pero si lo hacen pondremos una gran tasa del 25% en sus coches y, créanme, no lo seguirán haciendo mucho tiempo. La Unión Europea no nos ha tratado bien y ha sido una situación muy injusta”.

En esa misma rueda de prensa Trump ha presumido de que “todo el mundo quiere trabajar en la Casa Blanca” pero horas después ha llegado el anuncio de Cohn. El antiguo alto ejecutivo de Goldman Sachs (y votante demócrata) ha sido clave en la agenda económica de Trump, especialmente en el impulso desregulatorio y en la reforma fiscal. Pero es también un firme defensor del libre comercio y ha intentado, sin éxito, frenarle en el plan arancelario. El último fracaso lo tuvo este mismo lunes, cuando intentó organizar un encuentro del presidente con empresarios estadounidenses preocupados por los efectos adversos que tendría para ellos una guerra comercial.

Cohn había sido crítico también con Trump tras sus comentarios ante los incidentes racistas en Charlottesville, una crítica que enfrío su relación. No obstante, en un comunicado por su dimisión, el presidente ha asegurado que Cohn ha realizado un "trabajo excelente" y lo ha calificado de "talento excepcional".