La preocupación ante la obcecación de Donald Trump por abrir una guerra comercial ganó el martes una nueva razón. Gary Cohn, su principal asesor económico y una de las escasas voces moderadas que quedaban en su entorno, dimitió por discrepar de la propuesta de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Y empresarios, mercados e inversores temen que su sustituto refuerce el nacionalismo económico de la Casa Blanca. La dimisión del presidente del Consejo Nacional Económico llegó tras días tumultuosos en los que también se marchó Hope Hicks, directora de comunicaciones y una de las más cercanas confidentes de Trump. Y resucita la sensación de caos en la Casa Blanca.

Confirma además el influjo en Trump de las voces más proteccionistas, como las del secretario de Comercio, Wilbur Ross, y su principal asesor en la materia, Peter Navarro, ganadores de la guerra interna por el plan arancelario, en el que Trump insiste pese a la oposición de líderes republicanos en el Congreso.

Volvió a dejarlo claro el martes en rueda de prensa junto al primer ministro sueco, Stefan Lofven, arremetiendo contra la Unión Europea (UE). «Hacen casi imposible que hagamos negocios con ellos y mandan sus coches y todo lo demás a EEUU -dijo-. Pueden hacer lo que quieran, pero si lo hacen pondremos una gran tasa del 25% en sus coches y, créanme, no lo seguirán haciendo mucho tiempo. La UE no nos ha tratado bien». Ayer respondió Bruselas.

En esa misma rueda de prensa Trump presumió de que «todo el mundo quiere trabajar en la Casa Blanca», horas antes del anuncio de Cohn. El antiguo alto ejecutivo de Goldman Sachs (y votante demócrata) ha sido clave en la agenda económica de Trump, especialmente en el impulso desregulatorio y la reforma fiscal. Pero es también un firme defensor del libre comercio y ha intentado, sin éxito, frenarle en el plan arancelario. El último fracaso lo tuvo el lunes, cuando intentó organizarle un encuentro con empresarios estadounidenses preocupados por los efectos de una guerra comercial. Cohn fue crítico también con Trump tras sus comentarios ante los incidentes racistas en Charlottesville.