El representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, ha anunciado su renuncia ante la falta de progresos en las negociaciones para poner fin al conflicto.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, confirmó en una conferencia de prensa junto a Brahimi que ha aceptado la dimisión, que se hará efectiva a partir del 31 de mayo.

El diplomático argelino se mostró "triste por dejar Siria en una situación tan mala", aunque se mostró convencido de que "la crisis terminará. La cuestión es con cuántos muertos más", señaló Brahimi, que fue nombrado mediador internacional para el país árabe en agosto de 2012, tras la renuncia del exsecretario general de la ONU Kofi Annan.

Las informaciones sobre una pronta dimisión de Brahimi llevaban circulando desde hace un año, cuando según fuentes de la Liga Árabe el diplomático llegó a presentar su renuncia y se le pidió que reconsiderase su postura.

Los rumores volvieron a intensificarse en los últimos meses, en medio de la falta de avances en el proceso de negociaciones entre el Gobierno sirio y la oposición en Ginebra y, especialmente, después de que el régimen de Bachar al Asad anunciase la convocatoria de elecciones presidenciales en junio.

Brahimi había advertido repetidamente de que los comicios supondrían poner fin al incipiente proceso de diálogo entre las dos partes en conflicto. Ban Ki-moon agradeció hoy la labor del enviado especial y destacó su "paciencia y preparación" a la hora de perseverar durante casi dos años en sus intentos para lograr poner fin a la guerra.

El diplomático coreano aseguró que el mediador merece ahora "un descanso" y señaló que es el momento de reflexionar para encontrar la persona adecuada para sustituirle.

Brahimi tiene previsto mantener esta tarde una última reunión a puerta cerrada con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para informar de la situación en Siria.

Siria se halla sumida en un conflicto que dura ya más de tres años y que ha causado más de 150.000 fallecidos desde su inicio a mediados de marzo de 2011, según las últimas cifras difundidas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.