La guerra de Irak estuvo totalmente justificada, al haberse conseguido la caída y la captura de Sadam Husein y haberse iniciado la transición política hacia un sistema democrático. Este es el mensaje que pensaba transmitir George Bush para justificar un conflicto bélico en el que han muerto más de 500 soldados estadounidenses. Bush consideró también que la decisión libia de abandonar su programa de armas no convencionales era consecuencia de la intervención bélica en Irak.