Elecciones importantes para un resultado que estaba cantado de antemano, cuyo único suspense es la tasa de abstención, que medirá el grado de frustración de una sociedad más cambiante y moderna de lo que quieren los ayatolás más integristas del país. La prohibición de candidatos aperturistas, el cierre de periódicos reformistas y todas las intimidaciones posibles a cargo de guardianes de la revolución y otros dinosaurios sólo sirven para medir hasta qué punto la sociedad iraní ya se ha divorciado de sus guardianes. La prueba, las chicas salen, fuman y juegan al golf con bonitos pañuelos en la cabeza.

*Catedrático de Ciencia Política.