Donald Trump sigue manteniendo su pulso particiular con la industria del automóvil, concretamente con Mary Barra, la CEO de General Motors, incluso en plena crisis por el coronavirus. La pelea, que también ha trasladado a su escenario favorito como es Twitter, llega por la tardanza (según Trump) en producir los tan esperados respiradores por parte de la compañía automovilística y por querer cobrarlos más caros.

Por ello, el presidente de Estados Unidos ha firmado un memorando presidencial "ordenando al secretario de Sanidad y Servicios Humanos que utilice cualquier autoridad disponible bajo la Ley de Producción de Defensa para requerir a General Motors que acepte, realice y priorice contratos federales para respiradores". En un comunicado emitido por la Casa Blanca, el presidente señala que "

El problema de Ohio

Todo viene del cierre de la planta de Ohio de General Motors hace casi tres años, un hecho por el que Trump inició un tira y afloja con Mary Barra, CEO de la automovilística. Actualmente, algo que Trump parece desconocer, la planta es propiedad de una empresa dedicada a la producción de camiones eléctricos, Lordstrom Motors Corp. dirigida por Steve Burns (ex-GM).

Ajeno a este dato, el viernes Trump volvió a sacar el tema en las redes sociales: "General Motors DEBE abrir inmediatamente su estúpidamente abandonada planta de Lordstown en Ohio, o alguna otra planta, y COMENZAR A HACER VENTILADORES, YA MISMO!!!!", escribió Trump.

La queja de Trump hay que encuadrarla en su enemistad con Barra y aprovecha el coronavirus para apretar aún más a la compañía automovislística. "Dijeron que nos iban a dar 40.000 ventiladores muy necesarios, 'muy rápidamente'", dijo Trump en Twitter después de que GM y Ventec anunciaran un acuerdo para producir el material sanitario lo antes posible. "Ahora dicen que solo serán 6.000, a fines de abril, y quieren un dólar más por ellos. Siempre es una chapuza con Mary B.", se quejó Trump.

Una ley de los años 50

La ley, cuya aplicación exige Trump, es la Ley de Producción de Defensa y data de la Guerra de Corea en el año 1950. Esta ley no es una nacionalización de empresas, pero sí obliga a éstas a aceptar y dar prioridad a contratos para contribuir a la defensa nacional del país. También permite la requisa de propiedades, fuerza a las industrias a expandir la producción y la oferta de recursos de base y también permite imponer controles salariales y de precios.

Desde General Motors se han limitado, en un comunicado, a señalar que "desde hace una semana estamos trabajando sin descanso junto a nuestro socio Ventec para poder producir el máximo número de ventiladores y nuestro compromiso nunca ha flaqueado". Tal y como informa Associated Press, Ventec es la empresa encargada de negociar con la Agencia Federal de Emergencias. Desde GM pondrán a mil empleados de su planta de piezas de Kokomo (Indiana) a fabricar respiradores para el sistema santiario.