Los insurgentes lanzaron ayer dos ataques en Bagdad que causaron la muerte de al menos 30 personas, la mitad de ellas policías. Primero asaltaron una comisaría y poco después un kamikaze hizo estallar un coche bomba muy cerca de una mezquita shií. Los ataques se produjeron mientras el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, de visita en Irak, anunciaba la puesta en marcha de una academia militar en Bagdad, destinada a formar a oficiales del Ejército y de las fuerzas de seguridad iraquís.

El primer ataque de los rebeldes se llevó a cabo a primera hora de la mañana contra una comisaría del barrio Amel, situado al suroeste de la capital, junto a la carretera que conduce al aeropuerto internacional de Bagdad. Los asaltantes llegaron a bordo de 11 vehículos. Según algunos testigos de los hechos, primero lanzaron varios morteros contra el centro policial y después se abrieron paso disparando sus armas automáticas y varias granadas. En el ataque murieron 16 policías y otros cinco resultaron heridos.

LA MANO DE ZARQAUI Los rebeldes abrieron las puertas de los calabozos, donde permanecían al menos medio centenar de detenidos. El grupo del jordano Abú Musab al Zarqaui reivindicó el atentado en un comunicado colgado en internet. "En este día sagrado --dice el texto--, los leones de la Organización Al Qaeda en el país de Rafidain Mesopotamia han atacado las guaridas de los apóstatas que han vendido su religión y su honor a un bajo precio".

Dos horas más tarde del asalto a la comisaría, un coche bomba conducido por un suicida estalló junto a la mezquita shií de Hamid Aluan Nayar, situada en el barrio de Adamiya, de mayoría suní y uno de los feudos de los seguidores de Sadam Husein en Bagdad. Minutos antes de que el vehículo estallara se produjo otra explosión, probablemente de morteros. Según datos del Ministerio de Interior iraquí, el atentado acabó con la vida de 14 personas. Otras 20 resultaron heridas. En Mosul, entretanto, se registraron duros combates entre las tropas de EEUU y los insurgentes. En total, 11 rebeldes y un policía murieron.

La jornada sangrienta coincidió con la primera visita que efectúa a Irak De Hoop Scheffer, que ayer anunció la apertura de un centro de adiestramiento de la Alianza en Rustimaya. Situada a las afueras de la capital, la academia contará con 300 instructores que formarán a oficiales iraquís. Hasta ahora, la OTAN disponía de una oficina en la Zona Verde, en la que trabajaban 62 miembros de la Alianza. De los 26 países que forman la OTAN, 16 participan en misiones dentro de Irak, mientras que el resto contribuye con dinero al proyecto y a la formación en el exterior de mandos iraquís.