Después de ver marchar a sus tres hijas a Irak el año pasado, y perder a una de ellas este viernes, la familia Witmer de New Berlin (Wisconsin, EEUU) presentó ayer una desgarradora petición al Pentágono: que las dos hermanas vivas no regresen a la guerra, porque la familia ya ha sacrificado demasiado.

"No puedo vivir otro año como el que he pasado", dijo John Witmer, para explicar la petición sobre sus hijas, que ayer debían llegar a casa para asistir el miércoles al funeral de su hermana muerta. El domingo, John y Lori Witmer recibieron la noticia. "Sentimos informarles de que Michelle Witmer murió en acción el 9 de abril", decía el mensaje. La joven, de 20 años, fue la primera baja mortal sufrida por la Guardia Nacional, en la que sirven también sus dos hermanas, su gemela, Charity, y Rachel, de 24 años. Las tres se habían unido a este cuerpo para poder pagar sus estudios.

El año pasado, Michelle fue enviada a Irak, donde servía en la 32 Unidad de Policía Militar, estacionada en Bagdad. Su vida allí resultó tan peligrosa como temía. Michelle entrenaba a los nuevos policías iraquís en el turno de noche, en el barrio más peligroso de Bagdad.