Las medidas de confinamiento y el retraso del Gobierno a la hora de aplicar las ayudas económicas prometidas para las clases más necesitadas han desatado protestas y acciones extremas en Túnez, donde solo en las últimas 72 horas dos hombres han tratado de suicidarse quemándose a lo bonzo delante de edificios públicos.

El último de ellos, un hombre en la treintena que trató de inmolarse hoy frente al ayuntamiento de la ciudad de Makthar, en la región de Siliana, a 160 kilómetros de la capital, para protestar contra el desempleo y las dificultades económicas.

Según la agencia estatal de noticias TAP, el hombre sufre quemaduras de segundo grado, aunque su situación es estable.

Este es el segundo caso en menos de 72 horas, después de que un joven en la veintena se prendiese fuego el miércoles frente a una comisaría en la misma región para denunciar la falta de recursos y la detención de su hermano.

De acuerdo con el informe anual de la ONG Fórum Tunecino por los Derechos Sociales y Económicos (FTDES), el pasado año hubo 268 suicidios o tentativas en el país, de los cuales 203 eran hombres y 43 de ellos menores.

El sindicato tunecino Unión de Licenciados sin Empleo pidió ayer al Gobierno que acelere las ayudas prometidas en respuesta a la crisis sanitaria causada por la COVID-19, que oficialmente ha segado la vida en Túnez de catorce personas y contagiado a 455.

La demanda se produce días después de que se registraran manifestaciones populares en diversas zonas del país en contra del confinamiento decretado para frenar la extensión de la pandemia y de que el presidente de la República, Kaïes Said, afirmara en público que entiende a aquellos que se saltan la orden para poder trabajar, en un duro mensaje al Ejecutivo.