La policía australiana investiga las circunstancias de la muerte de un bebé cuyo cadáver fue localizado este domingo enterrado en una playa de Sydney. El cuerpo fue localizado por dos niños, de seis y siete años, que estaban jugando y haciendo agujeros en la arena de la playa de Maroubra. Ambos pequeños tuvieron que recibir atención psicológica tras el hallazgo.

El cuerpo estaba enterrado a unos 30 centímetros de profundidad y se encontraba en un avanzado estado de descomposición, por lo que por el momento aún no ha podido determinarse ni las semanas de vida. Solo se ha podido determinar que era una niña.

La policía ha iniciado una investigación para tratar de determinar la identidad de la madre de la criatura. por eso, se están inspeccionando los registros de todos los hospitales y clínicas de la zona. En paralelo, el comisario de la policía de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione, ha hecho un llamamiento a la propia madre para que se presente. "Ven a hablar con nosotros, busca consejo, necesitamos hablar contigo", dijo el mando policial.