Robert Mueller, el fiscal especial nombrado por el Departamento de Justicia para investigar la posible colusión entre el entorno de Donald Trump y Rusia, se ha rodeado de un experimentado equipo de abogados e investigadores con enorme pedigrí en Washington, un equipo que algunos medios estadounidenses han descrito como un ‘dream team’ legal.

La lista de los 15 letrados contratados hasta la fecha incluye aexpertos en seguridad nacional, fraude y corrupción,algunos con una dilatada trayectoria de litigios ante el Tribunal Supremo. Pero sus perfiles no han tardado en generar controversia porque al menos siete de los abogados contratados son donantes demócratas, y cinco de ellos contribuyeron a la campaña de Hillary Clinton en las pasadas elecciones.

Mueller ha recurrido a varios veteranos del Departamento de Justicia, por el que pasó antes de hacerse cargo del FBI durante 12 años, y del despacho Wilmer Hale, en el que trabajó desde que abandonó la agencia en el 2013.

UN INVESTIGADOR DEL 'WATERGATE'

Nombres como Andrew Weissmann, quien fuera consejero general del FBI, director de la unidad antifraude de Justicia y responsable del grupo de investigadores que ayudaron a desentrañar el fraude de Enron, la multinacional de servicios petroleros; Aaron Zebley, quien trabajó como fiscal en casos de seguridad nacional en Virginia y como investigador en la conspiración del 11-S; Michael Debreen, quien ha argumentado más de un centenar de casos ante el Supremo, o James Quarles, especializado en financiación de campañas, quien trabajó en su día en la investigación del Watergate.

“Este es un equipo increíblemente inteligente, tenaz e íntegro”, le dijo a Bloomberg, Tom Hanusik, uno de los fiscales que persiguieron a Enron. Entre los republicanos, sin embargo, algunos han cuestionado la imparcialidad del equipo de Mueller por sus lazos con el Partido Demócrata y los Clinton.

El propio Trump, que ha definido la investigación como una “caza de brujas”, les ha acusado de ser “simpatizantes de Hillary Clinton”. Por el momento, las presiones para que Mueller rehaga su equipo no han dado resultados y el Departamento de Justicia ha negado que las donaciones de algunos miembros del equipo les descalifiquen para investigar con integridad a Trump.