Los líderes de la Unión Europea cerraron ayer la crisis abierta por los enfrentamientos entorno a la sucesión del italiano Romano Prodi al frente de la Comisión Europea. José Manuel Durao Barroso, primer ministro de Portugal, fue finalmente el candidato que ha logrado el consenso de los gobiernos de los 25 para acceder a la presidencia del Ejecutivo comunitario. Su nombramiento tuvo lugar durante una breve cumbre extraordinaria de apenas media hora celebrada ayer en Bruselas.

A la salida de la reunión, Bertie Ahern, primer ministro irlandés y presidente de la Unión Europea (UE), felicitó a Barroso, del que dijo que "aportará el liderazgo necesario para que la UE ampliada a los 10 nuevos países del Este funcione". Barroso aseguró querer "respetar las diferentes sensibilidades de la UE".

TRAMITE PARLAMENTARIO La candidatura de Barroso deberá todavía ser aprobada el 22 de julio por el Parlamento Europeo, antes de su entrada en funciones el próximo 1 de noviembre hasta el 31 de octubre del 2009. Desde ahora y durante el verano, cada uno de los gobiernos de los 25 nombrará el comisario que le representará en Bruselas, excepto Portugal que ya cuenta con la presidencia. Durao Barroso será luego el encargado de repartir entre sus 24 comisarios otras tantas carteras de la Comisión Europea.

Las presiones y maniobras de las capitales para que sus comisarios ocupen los puestos de más poder en Bruselas comenzaron hace ya meses, y ahora arrecian una vez conocido el nombre del presidente de la Comisión. El canciller alemán, Gerhard Schröder, pretende que Günter Verheugen, actual comisario de Ampliación, sea nombrado vicepresidente económico. El presidente francés, Jacques Chirac, reclama para su comisario una de las tres carteras económicas de más calado: Asuntos Económicos y Monetarios --ocupada en la actualidad por el español Joaquín Almunia--, Mercado Interior o Defensa de la Competencia.

EXITO DIPLOMATICO ESPAÑOL El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, regresó de su segunda cumbre en Bruselas con un nuevo éxito diplomático. Tras facilitar la aprobación de la primera Constitución europea hace 10 días, Zapatero logró ayer que el español Javier Solana se suceda a sí mismo al frente de la política exterior de la Unión Europea durante los próximos cinco años.

Solana será, además, si la Constitución europea es ratificada por los 25 países miembros y entra en vigor antes del 2009, el primer ministro europeo de Asuntos Exteriores. "Nadie conoce mejor que él" la política exterior de la Unión Europea, aseguró Ahern. Solana se declaró "muy honrado por el apoyo recibido".

Ahern también anunció que la Constitución europea se firmará en noviembre en Roma. Luego, cada uno de los miembros tendrá dos años para ratificar el tratado.