La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EEUU dio cuenta el viernes de la muerte en la frontera de Arizona de un inmigrante indocumentado originario de Nicaragua, de 52 años de edad y que formaba parte de un grupo de 36 migrantes.

El inmigrante falleció en la mañana después de ser transportado de emergencia a un hospital local, informó la agencia federal en un comunicado de prensa, en el que no detalla la causa del deceso.

El hombre formaba parte de un grupo de 36 personas, todos provenientes de Centroamérica, que se entregaron voluntariamente a la Patrulla Fronteriza al oeste de Sababe, en la frontera de Arizona, y luego fueron procesados en la estación en Tucson de esta agencia federal.

"Los agentes de la Patrulla Fronteriza y del Servicio Médico de Emergencia trataron de revivir al hombre después de que sufrió una aflicción medica, pero no tuvieron éxito", dijo CBP en el comunicado.

En el último mes se ha reportado la muerte de por lo menos diez inmigrantes indocumentados en la frontera de Arizona, Nuevo México y Texas.

Entre ellos figura una mujer y tres niños, cuyos cuerpos fueron hallados en la línea limítrofe de Nuevo México, así como una niña de siete años proveniente de la India y que murió en Arizona.

De igual modo, figuran el salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Valeria, de tan solo 23 meses de edad, cuya imagen flotando boca abajo en la orilla del lado mexicano del río Bravo se convirtió en el símbolo de una crisis humanitaria que empeora día a día.