Las fuerzas ocupantes de Irak prometieron ayer vengar la muerte y posterior mutilación, el pasado miércoles, de cuatro contratistas estadounidenses que trabajaban para el Ejército de EEUU en el llamado triángulo suní . El vicejefe de las operaciones militares en Irak, el general de brigada Mark Kimmit, anunció que próximamente sus tropas penetrarán en Faluya, escenario del linchamiento, con una fuerza militar "abrumadora". Por su parte, el administrador civil norteamericano de Irak, Paul Bremer, advirtió de que la masacre y escarnio "no quedará impune".

"Las fuerzas de la coalición responderán", subrayó Kimmit en una rueda de prensa. "Regresarán y atraparán a los responsables de este acto brutal", advirtió el general norteamericano, quien no quiso dar más detalles sobre la probable operación de castigo que lanzará contra Faluya: "Será a la hora y en el lugar de nuestra elección; será metódica, precisa y abrumadora", concluyó.

En similares términos de condena se manifestó el procónsul Bremer. "Los actos que hemos visto han sido despreciables y sin excusa; violan los principios de cualquier religión, incluida el islam, así como las bases de una sociedad civilizada", recalcó.

Los restos de los cuatro norteamericanos fueron devueltos ayer al Ejército de EEUU, mientras que en Faluya nadie parecía arrepentirse de lo sucedido el día anterior. "Ellos los americanos aparecen y disparan contra civiles. ¿Por qué no pueden morir ellos también?", dijo a Reuters Amir, un tendero.

ESCASO IMPACTO EN EL PAIS Pero en EEUU, el impacto visual de la sangrienta posguerra de Irak sigue siendo escaso y no es percibido por los estadounidenses, a pesar de que han muerto ya 598 soldados. La repatriación de los féretros no ha sido mostrada públicamente en televisión por orden expresa del Pentágono.

En el mismo espíritu, el miércoles, algunas de las grandes cadenas televisivas --CNN, NBC y Fox-- optaron por censurar las imágenes más duras de las vejaciones sufridas por los cadáveres carbonizados en Faluya, "por delicadeza hacia los televidentes". Las demás --CBS y ABC-- incluyeron imágenes más descarnadas en sus informativos, pero no todas.

No obstante, el atentado de Faluya y la explosión de resentimiento contra EEUU han sembrado dudas en el Pentágono, que creía haber dado el golpe de gracia a la resistencia, según The New York Times .

La cúpula militar estadounidense en Irak cree que los leales a Sadam Husein están siendo sustituidos por simpatizantes de la red terrorista de Al Qaeda y que la posguerra se está transformando en una guerra de desgaste que puede durar años.

En el sur, además, continúan los enfrentamientos entre la policía iraquí y manifestantes desempleados. Al menos un iraquí resultó muerto en los choques de ayer en Basora.