La paz norteamericana reinaba ayer en Samarra. La población civil intentaba recuperarse tras más de 36 horas de intensos combates que dejaron sus calles sembradas de cadáveres y sus hospitales colapsados de heridos. En el sur de Bagdad, mientras tanto, la policía halló los cuerpos sin vida de un hombre decapitado y de una mujer tiroteada, cuya identidad se desconocía anoche.

"La operación ha sido un éxito. Confiamos en el futuro de Samarra", dijo el general norteamericano John Batiste, jefe de la Primera División de Infantería, que hizo balance de la gran operación: 125 insurgentes muertos y 88 detenidos. Para el ministro de Interior iraquí, Falah Hasan al Naqib, el Ejército y las Fuerzas de Seguridad de Irak han recuperado la iniciativa militar en Samarra. "Hemos limpiado la ciudad de terroristas. Queremos proteger a nuestros ciudadanos y que todos los iraquís puedan participar en la elecciones de enero", afirmó.

La principal asociación de clérigos sunís de Irak, criticó con dureza la ofensiva. "Recurrir al fuego y al acero para preparar unas elecciones no es un buen método", afirmó en un comunicado.

En la ciudad, la población civil apenas salió a la calle, temerosa de ser el blanco de los francotiradores apostados en las azoteas de algunos inmuebles. En el principal hospital de la ciudad se amontonaban los cadáveres, metidos en bolsas de plástico, a la espera de recibir sepultura. Un control militar impidió a algunos familiares trasladar a los fallecidos al cementerio, aseguraron algunos testigos a la agencia Reuters.

Los soldados norteamericanos, apoyados por unidades de la Guardia Nacional iraquí, continuaban ayer registrando barrios enteros en busca de armas e insurgentes. Tras reconquistar Samarra, los observadores se preguntan cuál va ser ahora el próximo objetivo de EEUU.

CIUDAD SADR En el punto de mira está Ciudad Sadr, el barrio shií de Bagdad, y las ciudades rebeldes de Ramadi y Faluya. Esta última volvió a ser blanco ayer de las bombas de EEUU. Dos personas murieron y otras diez resultaron heridas, todas civiles, según fuentes hospitalarias.

Ayer, la policía iraquí informó de que había hallado los cuerpos de un hombre degollado y de una mujer con un disparo en la cabeza en el sur de Bagdad. Una fuente policial dijo que los fallecidos parecían occidentales, aunque otras fuentes también oficiales aseguraron que se trataba de dos iraquís.